Estación Sol y Sombra, que tendría que ver con tendidos taurinos, bares donde las picadas traen trocitos de criadillas, arenas en las que un animal se lleva de un extremo a otro, gente que se asolea bajo una sombrilla y mucho que ver con la conveniencia, que es la búsqueda del mejor lugar de manera temporal, mientras se cambia (valga la metáfora) de mano, de capote a espada, de rejoneo a banderillas, de rosa a azul claro, según sea el torero, el banderillero y el picador, incluyendo incluso enanos para más emoción de la concurrencia. Pero sobre esto de moverse a tiempo, de sol a sombra, en este caso, no tiene que ver con el toreo en sí (el día contra la noche) sino con la cotidianidad emocional que se vive, que toca con sobresaltos y copiarle...