De cara a la horrorosa reforma tributaria que ya se está cocinando en el Congreso, recordé al rey inglés Guillermo II, de quien las lenguas viperinas de la historia dicen que tenía un hueco fiscal tan hondo que gravó con impuestos cada una de las ventanas de las casas de sus súbditos ingleses. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero en aras de “dar luz, más que de echar candela”, hablemos de nuevas formas para recaudar capital desde el Gobierno.
Para aumentar los ingresos del Estado sin correr el riesgo de ahogar al sector productivo y al ciudadano en general con impuestos y cargas tributarias, veo venir tres pilares de innovación pública que pueden maximizar la labor de los estados al tiempo que apoyan la generación...