El domingo, como celebración por las dos décadas y media de la caída del Muro de Berlín, el mundo recordó el fin del enfrentamiento entre dos potencias mundiales. Aunque la Unión Soviética llegaría oficialmente a su fin en 1991 (dos años después del colapso de la barrera), la verdad es que el paso dado por los alemanes en su reunificación llevó a Estados Unidos a gritar su hegemonía planetaria. El hecho acabó con una propuesta política comunista obsoleta, estableció a Washington como líder indiscutible y redefinió la geopolítica para iniciar el Siglo XXI.
Los 25 años recorridos desde entonces parecen una eternidad para los protagonistas de esta historia. EE. UU. manejó la década de los noventa con una prepotencia evidente, fue atacado con brutalidad...