La masa adquiere hoy la forma de turismo.
La rebelión de las masas no está llamada a tomar el poder político, sino a ocupar todo el espacio físico. La masa es una especie de corriente de lava humana que te persigue con el solo propósito de engullirte y aniquilarte. Esa y no otra es la revolución social a la que estamos abocados.
Adonde quiera que vayas, estadios, aeropuertos, estaciones, andenes, museos, conciertos, centros comerciales, mítines, fiestas, concentraciones civiles y religiosas, la masa impone su ley, que se rige por el cerebro de las emociones; de hecho, la grada rebosante de un campo de fútbol tiene la psicología de un niño de ocho años.
La importancia de un espectáculo es proporcional a la cantidad de masa que convoca y a la vez...