Gerente de Investigaciones Económicas Grupo Bancolombia
Casi me desmayo esta semana al conocer el salario de James Rodríguez en su nuevo equipo de fútbol. Llámenlo envidia, asombro o como quieran, pero no me impresiona que un jugador de fútbol se gane la chichigua de 27.864 millones de pesos al año, o 2.322 millones al mes. ¡Apenas para pagar el bus y comprar empanadas vaticanas en cualquier toldo callejero!
No tengo nada en contra de James, a quien considero muy talentoso, muy querido y muy de la casa, y mucho me alegro por él, pero de cara a su astronómico salario me surgen inquietudes, inevitablemente.
En una sociedad equilibrada y justa, en la que no haya inequidad, corrupción ni abusos, toda persona asalariada tendría que ser remunerada adecuadamente....