Cuando comienza a superarse la oleada de protesta ciudadana, es pertinente empezar a reflexionar acerca de los significados posibles del proceso electoral del 2022 y especialmente plantearse si lo que tendremos será una elección más de renovación parcial del Congreso y de un nuevo presidente, o si por el contrario podría ser el principio de un proceso de transición hacia una profundización o consolidación de nuestra democracia, que pese a todo sigue siendo bastante formalista, acartonada y con mucho de oligárquica.
Primero, recordemos que en distintos momentos de la historia, ha habido oleadas de protagonismo de los jóvenes, por cambios democráticos; para no ir muy lejos tenemos la denominada ‘primavera árabe’ y sus efectos –amplios o restringidos,...