Algunos de los residentes de Trump Place en Nueva York están tan avergonzados de vivir en un edificio de apartamentos con el nombre del candidato Republicano a la presidencia, que han pedido que lo quiten.
No es fácil, como reportó recientemente The New York Times. Es una cuestión complicada de contratos. Pero la vergüenza es real.
¿De qué se apenan? De que sus amigos, familiares y compañeros de trabajo los vinculen con una persona que ha insultado a inmigrantes, musulmanes, mujeres y personas con discapacidades, entre muchos otros.
Hay palabras que hieren. Por eso en esta columna me limito a reproducir lo que ha dicho Donald Trump desde que lanzó su campaña por la Casa Blanca:
— 16 de junio de 2015: “Traen drogas. Traen el crimen. Son violadores”....