Quienes viven en Estados Unidos y llegaron allí de distintos países del mundo, para emprender el paciente proyecto de una nueva vida, con cambios culturales, sociales, políticos y económicos que exigen una asimilación paciente, sienten indignación y temor frente al creciente respaldo que gana el discurso “antiinmigracionista” del candidato republicano Donald Trump entre grupos de pobladores que se sienten los herederos de una “pureza racial norteamericana” inexistente.
Tal vez los únicos portadores de alguna genética originaria sean los aborígenes, arrasados por las sucesivas conquistas, colonizaciones y guerras de exploradores ingleses, franceses y españoles. Si hay algo que caracterice a Estados Unidos son las eternas hibridaciones de su población:...