Por María Isabel Maya Mesa
El Amazonas está siendo devorada, se está destruyendo la fauna y flora a una medida incontrolable.
El mundo lloró Notre Dame y el Amazonas a nadie le importa. No hay más pulmones, no se puede recuperar fácilmente y menos la vida de todo animal que está siendo destruido, de un indefenso que no puede hablar y gritar, expresar su dolor.
Ver las imágenes me desgasta el corazón, cómo nosotros somos los causantes de su fatalidad. ¡Es hora de ayudar, tener conciencia por favor! No es una noticia más, es nuestra realidad.
Tengo 15 años y no puede ser posible que esto es lo que queremos dejar a nuestras generaciones, a nosotros mismos que somos jóvenes, con ganas de vivir y sin nuestro pulmón no será posible.
¿Este es el entorno que nuestros padres nos desean dejar y la sociedad nos brindará? No es un texto más, es una súplica, es un por favor que de devolución nos tendrá a salvo, lo material y el dinero se consigue fácil, la vida no; no es la petición de una sola joven, es la de muchos que queremos explotar y llorar porque no es lo que queremos, no es el fin que merece la madre tierra.