Los estudios de la Ocde sobre el desempeño de la agricultura colombiana y su comparación con los apoyos otorgados y los resultados obtenidos por otros países del mundo han dado lugar a un nuevo debate sobre los niveles de protección y la magnitud de las ayudas que recibe el sector agrícola colombiano y los impactos que ello genera en la economía.
Una actividad altamente protegida y subsidiada presenta precios muy superiores a las cotizaciones internacionales (que constituyen el rasero básico de la competitividad) y ello afecta las decisiones de los diversos actores.
Un agricultor que recibe tales beneficios no tiene mayor incentivo para ser altamente productivo e innovador, pues su objetivo principal es conservar las rentas derivadas de la política...