El pasado 26 de septiembre, a los ochenta y siete años, partió el sacerdote Gonzalo Javier Palacio Palacio después de una larga y penosa enfermedad; a él lo conocí, desde comienzos de los años sesenta, como presbítero que prestó sus servicios religiosos en poblaciones como Yarumal y comarcas vecinas –en la época en la cual monseñor Builes era el obispo de Santa Rosa, a quien mucho admiró y cuya obra difundió–, incluida la ciudad de Medellín donde ofició en la Iglesia de San Joaquín hasta 2010. También,...