En estos días un amigo me recomendó uno de los últimos episodios del podcast de Tim Ferris donde este innovador estadounidense conversó con Jack Kornfield, un escritor y maestro de meditación budista. Kornfield sugiere que en tiempos difíciles tenemos la oportunidad “de permitir que nuestro espíritu brille”. Es la pregunta que me he venido haciendo durante estos días, ¿Cómo vivir este tiempo de profunda incertidumbre? ¿Cómo fomentar la calma? Estamos enfrentando un momento crucial en la historia de la humanidad, un tiempo donde habrá, posiblemente, cambios profundos de paradigmas, y que tendrá consecuencias profundas, algunas de las cuales serán muy dolorosas. No vamos a salir indemnes de la experiencia que estamos viviendo. Pero podemos salir convertidos en mejores personas.
Entonces vale también la pena preguntarnos, ¿cuál es el futuro que quiere emerger de toda esta crisis? Si lo que estamos enfrentando es consecuencia también de nuestros excesos y de nuestra codicia, ¿cuáles serán los cambios en los hábitos que emergerán de esta experiencia? No tenemos certeza del futuro que nos espera. Solo tenemos el presente, para observar, entender, y, sobre todo, para construir juntos una respuesta. Quizás, en la fragilidad que estamos experimentando, también nos estamos volviendo más conscientes de que somos co-creadores y co-responsables de nuestro destino.
Tenemos entonces al mismo tiempo un gran desafío y una enorme oportunidad. El desafío de manejar la inseguridad que nos habita, al igual que la oportunidad de aprovecharla. Una crisis siempre es el preludio de cambios y de crecimiento. ¿Qué tal entonces, me estoy preguntando en estos días, si viviéramos esta pandemia como un retiro? No tanto debido a que estamos en un experimento de distanciamiento social, sino porque todo lo que nos está pasando a nivel personal y colectivo, lo podemos vivir como un entrenamiento en incertidumbre, incomodidad, resiliencia, y liderazgo personal. Escribe Deepak Chopra que la búsqueda de la seguridad es una ilusión. De hecho, tradiciones antiguas reconocen la sabiduría de la inseguridad y de la incertidumbre. “Pero no olvidemos que vivir en lo desconocido significa que estamos en el reino de las posibilidades”, dice Chopra.
Pienso también que para que la incertidumbre se transforme en una posibilidad, necesitamos actuar en solidaridad entre todos, sobre todo con quienes están siendo afectados económicamente por esta crisis, los que viven del día a día, quienes viven de la economía informal. Me escribió en estos días un emprendedor de Medellín, quien ya desde hace dos semanas cerró todas sus tiendas en el país: “Dentro de lo difícil ha sido un ejercicio interesante. Nos ha ayudado a fortalecernos como un equipo, a ver cómo nos relacionamos con la gente más allá de nuestro producto, apoyando también a los miembros de la comunidad más afectados se van a ver con este cierre, particularmente los trabajadores informales alrededor de nuestras tiendas”. Hay muchas dinámicas que no podemos controlar de esta crisis. Lo que sí podemos controlar es cómo la vivimos, como la trascendemos, como respondemos. Este es el entrenamiento que tenemos ahora la oportunidad de hacer.