Cuando se aproxima el grado de los compañeros de mi hijo escucho muchas quejas de los padres: unos se quejan de los gastos que se avecinan, otros de las fiestas y agasajos, pero la mayoría se lamenta porque los muchachos no obtuvieron los resultados suficientemente buenos para entrar a las llamadas “mejores universidades” que ellos tanto anhelaban. Muchos de estos padres están decepcionados. Esta carta es para todos ellos.
“Mi hijo, que hace dos años era la estrella del equipo de fútbol de su colegio, tocaba el tambor mayor de la banda y era un muchacho muy popular y admirado por sus compañeros, no se graduará con sus ellos.
Se retiró del colegio hace 6 meses porque comenzó a perder interés en todo. Lo siguiente que supimos es que estaba consumiendo cocaína. Lo llevamos a un centro de rehabilitación de donde salió pocas semanas después supuestamente recuperado, pero pronto volvió a reincidir. Y este mismo proceso se ha repetido una y otra vez. Ahora mi esposa y yo sabemos lo que es el verdadero dolor, lo que si es motivo de sufrimiento y desilusión.
“Más tarde nos enteramos que se refugió en la droga para huir de la desesperación que le producía nuestra presión y la de todos los que le rodeaban para que siguiera siendo para siempre el más destacado.
“Cuando estén sentados en el auditorio del colegio, sintiéndose decepcionados porque sus hijos no estuvieron a la altura de sus expectativas y no obtuvieron los resultados que ustedes soñaban, por favor recuérdenos a los padres que quisiéramos estar allá sentados con ustedes.
“Piensen en nosotros y amen a sus hijos por lo que son, no por lo que ustedes sueñan que ellos sean. Hay que ser lo suficientemente honestos para admitir que queremos vivir la vida a través de nuestros hijos, pretendiendo que sean lo que nosotros no pudimos ser... como lo hice yo.
“Recuerden que en la cima solo hay lugar para unos pocos y no hay nada malo en ser de los del medio. También desde allí se pueden lograr grandes satisfacciones. Cuando su hijo reciba ese diploma siéntanse orgullosos y satisfechos. Piensen y recuerden a todos los padres que, como yo, darían su vida por estar en su lugar”.
Un padre decepcionado.