Tal como lo ilustra Matador en una caricatura en la que Colombia es una equilibrista, a mitad de recorrido en la cuerda floja, balanceándose precariamente con la ayuda de un contrapeso en cuyos extremos están dos cajas a lo mejor cargadas de explosivos que representan a la extrema derecha y a la extrema izquierda (El Tiempo, 9/3/18), la situación política en estas elecciones ha llevado a que Colombia esté escogiendo entre dos extremismos que no desea, no le convienen y están a punto de inducir una tormenta política e institucional que puede descarrilar al país o ponerlo a transitar en una dirección incierta y seguramente destructiva.
Por un lado, la extrema derecha nos promete que va a acabar con el proceso de paz, haciendo que sus mayorías en...