Según un adagio chino, no es recomendable tener que vivir en tiempos interesantes. Esa es una advertencia acerca de las consecuencias que suelen acompañar a los sacudimientos históricos. La forma como ha transcurrido en Estados Unidos la transición entre las elecciones presidenciales y la transmisión del mando es desconcertante. Ha dado lugar al temor de que un gobierno minoritario en el voto popular, pero victorioso en el colegio Electoral, crea haber recibido el mandato para desmantelar el contrato social en materia doméstica, y las relaciones con el resto del mundo en materia internacional.
Lo que se espera de quien ha pasado de ser candidato a presidente electo es una actitud que, si no logra ser magnánima, sea al menos conciliadora, así...