Medellín, la ciudad más innovadora del mundo, está pasando de ser una ciudad industrializada y de oportunidades a convertirse en un lugar en donde el miedo es el que manda.
Aquí la delincuencia no acapara grandes titulares de prensa, porque no da golpes espectaculares, no pone bombas ni hace asaltos de película a bancos. Pero en cada rincón que hemos recorrido de esta ciudad, vemos que la inseguridad y el miedo son un factor común entre la ciudadanía.
La gente en los barrios antepone cualquier proyecto de desarrollo al tema de la seguridad. Para qué más vías si hay barreras invisibles que impiden que se llegue a ellas. Para qué un colegio de calidad, que tanto bien hace a la educación, si los niños no se pueden enviar a estudiar o si van, lo...