¡Cuánto dolor ha dejado el derramamiento de sangre como consecuencia de una guerra de décadas en Colombia! ¡Cuántas familias rotas, desplazamientos y separaciones no queridas! Pero también vemos hoy cómo de estos duros episodios de nuestra historia brotan las primeras flores del martirio.
La próxima beatificación de monseñor Jesús Emilio Jaramillo, primer obispo de Arauca, muerto a manos del ELN en 1989, es la exaltación a una vida a quien, ni las amenazas, ni la violencia que se vivía en su joven diócesis, ni la ideologización en la que cayeron muchos sectores de la Iglesia en Latinoamérica le impidieron seguir cumpliendo con sus labores pastorales para hacer vida las enseñanzas de Cristo. “Ese es mi rebaño, yo tengo que estar allí [...]. El...