Los que crean en la vida en el más allá, lo mejor es que hagan un inventario en Excel® de sus pecados, que deben ser muchos porque si no ¿entonces por qué estamos “supuestamente” en las postrimerías del apocalipsis?, y luego se confiesen antes de que el coronavirus, el pico y placa, la caída del precio del petróleo, el alza del dólar y la cancelación de la Copa Libertadores, los mate sin estar a paz y salvo con las autoridades celestiales.
Quienes solo crean en el más acá, no pierdan el poco tiempo que queda y hagan todo lo que tenían en su larga lista de cosas aplazadas. ¡No se abstenga de nada! ¡el fin se acerca! deles rienda suelta a sus peores y mejores deseos represados por alguna creencia, convicción moral o restricción económica. Aproveche esas malditas llamadas del banco que le hacen diariamente, y hasta varias veces al día, para ofrecerle un cupo de 60 millones, por ser un cliente juicioso. Coja ese platica. No se preocupe. Finalmente, no tendrá que pagarla porque se va a morir y pronto. Compre el carro de sus sueños, así sea para dar solamente una vuelta a la manzana, porque dentro de poco se implantarán los cordones sanitarios al mejor estilo chino y solo verá la calle a través de la máscara de oxígeno que tendrá que comprar. No viaje mucho porque: al parecer las aerolíneas van a desaparecer, ir en bus a Tolú no es lo más sexy del mundo y viajar a otros países será cosa del pasado, pues todo se irá al diablo. Pero ni siquiera el infierno será un destino opcional, pues hay rumores que hasta en la tierra de Lucifer impedirán la entrada a quienes vengan de países infectados con coronavirus.
Esta vez SÍ será el fin del mundo. Las otras veces eran simulacros. El fin del mundo del 714 a. C. en Roma, del 634 a. C. de nuevo en Roma como desquite del 714, y vuelve y juega en 639 a. C.; y después de Cristo, del año 66, 70, 90, 365, 375, 400, 500, 6 de abril del 793, entre 799 y 806, 848, entre 992 y 995, 1 de enero del año 1000, 1033, 1186, 1260, 1284, 1290, 1335, 1346, 1351, 1368, 1370, 1378, 1496, 1504, enero y febrero de 1524, 1526, 1528, 1533, 1534, 1555, 1585, 1588, 1600, 1624, 1654, 1656, 1658, 1666, 1669, 1688, 1700, 1719, 1736, 1789, 1792, 1794, 1806, 1822, entre 1843 y 1844, 1868, 1872, 1874, 1875, 1891, 1914, 1919, 1925, 1954, 1975, 1980, 1987, 1984, 1997, 1999, el apocalipsis computacional del Y2K, 2001, 2003, 2006, 2007, 2011, la venganza Maya del 2012, 2013, 2014, 2016, 2017, 2018, el asteroide del 2019, no lo fueron, pero ¡esta vez SÍ será!
P.D.: La situación actual exige precaución y cordura porque nadie estaba preparado adecuadamente, pero el más peligroso de todos los virus es el pánico. Hay gente ganando dinero con su miedo.