Si hay algo que he podido sentir marchando en las calles es la inspiración. Este recurso que habíamos perdido hace tantos años, donde los artistas, escritores, periodistas y científicos debían salir de este territorio o moverse de sus originales estudios o laboratorios para comenzar o terminar sus poemas, libros, artículos, cuadros o canciones, o simplemente demostrar una idea, método o teoría. Ahora esta deambula muy alegre por las calles y veredas sin que nos percatemos de ella. Pero también pude ver detrás de ella que marchaba el amor.
¿Cómo materializar estos nuevos y desconocidos recursos que hoy corren por las veredas y darles un valor mucho más alto al que les habíamos dado al miedo, a la tristeza y a la muerte?
¿Cómo vigilar que esta...