Es abuso cuando critica sin piedad, usando palabras hirientes y expresión dura, desde cómo te mueves, cómo miras a los ojos, cómo haces pequeñas cosas que acumulan aquello que define tu universo, hasta tus grandes decisiones. Controla tu forma de hablar, no reconoce que las buenas y las malas palabras son tuyas. Pretende controlar aquello que sale de tu mente y de tu corazón, que articula tu ser, que estructura tus pensamientos, que define quién eres ante los demás. Cuando no podemos hablar libremente, cuando nos da miedo o nos elaboran una especie de guión, no te están ayudando sino te están encerrando tras un muro de silencio. Es abuso y te encierra para que no lo dejes. Sin que te des cuenta poco a poco te secuestra.
Es abuso cuando tienes...