Admirable contador de historias, Lucas, el evangelista. Su modo de narrar hace patente a un viajero avezado del mundo interior, donde ocurren las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma, según Teresa de Jesús.
Un día aparece Zaqueo en su horizonte. Lucas necesita organizar el lenguaje para presentar en trazos simples su estampa inmortal. Hombre rico, de baja estatura, jefe de publicanos, cobrador de impuestos, no rara vez extorsionista por hacer del dinero su razón de ser.
Con todo, este hombre Zaqueo lleva en el alma un anhelo secreto de infinito que lo trajina por dentro y por fuera sin cesar. Anhelo que estalla de repente con la noticia del paso de Jesús, a quien Zaqueo decide ver aun al precio de las burlas por subirse a un sicomoro a...