Las necesidades del departamento del Chocó son enormes, en todos los niveles. Los gobiernos y la sociedad colombiana se preguntan qué pasa con los recursos que destinan para ser invertidos allí.
Pues bien, la Fiscalía acaba de informar que toda una red criminal, dirigida por alguien al que denominan “el abogado del diablo”, se apropiaba de recursos destinados a la educación y al pago de maestros. Lavaban esos recursos en discotecas de Medellín y Quibdó. Los cerebros de la trama, dice la Fiscalía, vivían llenos de lujos. Mientras, el Chocó sufre sin recursos. Que haya justicia.