“Somos seres sexuales desde que estamos en el vientre materno y esa condición nos acompaña hasta el final de nuestros días” afirma la Médica Sexóloga Clínica Carolina Londoño, sin titubear, quien estuvo conversando con EL COLOMBIANO en alianza con Mutante, una organización que promueve la conversación como herramienta para prevenir abusos sexuales a menores de edad y una sexualidad más responsable entre todos.
Carolina, quien hace parte del Centro Psicopedagógico Integrado -CEPI- dió unas pautas para que los padres y educadores estén atentos a alertas de abuso, pero lo más importante, prevenir este tipo de situaciones.
1- Resuelva las dudas de las niñas y niños
“Hay un principio y es que los niños dicen la verdad, no solo la dicen sino que piensan, y cuando hacen una pregunta están listos para la respuesta. Cuando una niña te hace una pregunta ella está esperando una respuesta inteligente y si te la hace es porque ella te considera inteligente. Entonces debemos darle respuestas acertadas, hablar con la verdad y no seguir alimentando la historia de la cigüeña, así prevenimos que los niños y niñas le pregunten a personas que se puedan aprovechar de ellos y ahí propiciar un abuso”.
2- Los profesores también ayudan
“Colombia tiene un excelente programa de educación sexual pero no tiene muchas personas capacitadas para impartir este programa. Si las personas del área educativa se preocuparan en saber y en conocer en cada nivel sobre qué hay que hablarle a los niños, sería más sencillo. Y este conocimiento permitirá identificar algunas conductas normales propias de la exploración infantil; pero también reconocer señales y situaciones de abuso y acoso”.
3- A los niños y niñas hay que creerles
“Si ellos llegan con historias de abuso y acoso, nosotros como adultos tenemos que creerles, porque quiere decir que algo está pasando en su entorno. Pero después de creer esa historia hay que buscar un profesional de la salud para conocer qué tipo de realidad está creando ese niño y esa niña y evaluar qué sucede, porque hay diferentes tipo de violencias sexuales. No deberíamos permitir que suceda una la violación, que es la situación más extrema, pero tampoco que se den acosos y hostigamientos continuos”.