Si algo le ha dolido a los astrónomos norteamericanos fue la degradación de Plutón, de planeta a planeta menor o enano.
En 2006, la Unión Astronómica Internacional (UIA) votó una resolución que definía qué es un planeta. Según esta, el que era considerado entonces como el noveno planeta, el último en ser descubierto (1930), y por un norteamericano, y hacia el cual en ese momento se dirigía una nave, no cumplía esas condiciones.
Un nuevo estudio, esta vez de Philip T. Metzger, de la Universidad del Centro de Florida y colegas, vuelve a activar el debate, justo cuando terminó otra asamblea anual de UIA.
Hace 12 años, la Unión acordó que un planeta era un cuerpo que orbitaba el Sol y no otros cuerpos, que había limpiado su órbita (de objetos menores) y que era redondo.
Se dijo entonces que Plutón no cumplía el segundo de los requisitos. En el nuevo hallazgo, publicado en la revista científica Icarus, los investigadores revisaron la literatura de los últimos 200 años referida al tema y solo hallaron una referencia, de 1802, sobre la limpieza de la órbita.
Metzger dijo en un comunicado que la definición de la UIA se basa entonces en un concepto que nadie usa.
Es más, agregó, hay más de 100 ejemplos recientes entre científicos planetarios usando el término planeta sin cumplir la definición de 2006.
Kirby Runyon, de John Hopkins Applied Physics Laboratory, cree que la definición de la UIA es errada desde que la limpieza de la órbita no ha sido una práctica para distinguir planetas de asteroides.