Un asombroso hallazgo ocurrió en la playa en Somerset de Reino Unido, cuando Justin Reynolds y su hija Ruby, de 11 años, se toparon con lo que sería una especie de ictiosaurio marino: un reptil prehistórico con más de 25 metros de largo.
Los hechos se remontaron en el año 2020, cuando ambos caminaban buscando fósiles por el sector de Blue Anchor. Al ver la enorme mandíbula de dos metros que tenía esta especie, se contactaron de inmediato con los paleontólogos, quienes se dirigieron hasta el lugar para certificar el nuevo titán descubierto.
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El doctor Dean Lomax fue el investigador de la Universidad de Bristol, que respondió al llamado de la familia para continuar con los estudios, ya que había encontrado partes de esta especie en 2016.