En lo que va del 2025, Colossal Biosciences, ha estado en los titulares de todo el mundo por haber hecho realidad algo que hasta hace décadas se consideraba imposible. En abril, la compañía de biotecnología estadounidense presentó tres cachorros con rasgos genéticos del lobo terrible, un animal extinto hace 13.000 años.
Ahora, la startup especializada en ingeniería genética dio a conocer cuáles serán sus próximos planes y estos parecen ser cada vez más ambiciosos: Colossal quiere “desextinguir” a un ave enorme no voladora que existió en Nueva Zelanda hace más de 600 años.
Entérese: ¿Volverá el lobo terrible? Nacen tres cachorros con rasgos genéticos de este animal extinto
El nombre de esta especie es moa gigante de la Isla Sur y se distinguía por tener un cuello largo que podía alcanzar una longitud de hasta tres metros. Además de los lobos y de esta ave, la compañía también está trabajando en la “resucitación” del dodo, el tilacino y el mamut lanudo.
¿Cómo van a resucitar a un ave que existió hace más de 600 años?
El 8 de julio, Colossal dio a conocer un comunicado explicando qué están haciendo para traer nuevamente a la Tierra a la moa. El primer paso será recuperar y analizar el ADN de nueve especies de moa para así entender como la Dinornis robustus -el nombre científico de esta especie- se diferenciaba de sus otros parientes. La compañía trabajará de la mano con el Centro de Investigación Ngāi Tahu de Nueva Zelanda.
Luego, los expertos en biotecnología utilizarán las células germinales primordiales, esenciales para la reproducción y las encargadas de transmitir la información genética a la siguiente generación de una especie. Estas deben ser editadas genéticamente para introducir los cambios genéticos que darán lugar a las nuevas aves con rasgos específicos de la moa.
El reto en particular con esta especie es que, al ser un ave, es necesario un huevo para el nacimiento de la nueva versión de la moa gigante. Colossal explica ese proceso en su sitio web: “La desextinción de aves requiere una especie viva de ave —tanto machos como hembras sustitutos— que pueda portar los óvulos y espermatozoides del moa. Estos sustitutos también podrían utilizarse para ayudar a aumentar las poblaciones de especies en peligro de extinción. Para que un sustituto sea exitoso, el tamaño del huevo y su contenido nutricional deben coincidir adecuadamente entre la especie sustituta y la especie que se desea recuperar”.
Se calcula que la moa gigante se extinguió entre el siglo XIII y el XV. La principal causa de su desaparición fue la actividad humana, en especifico la caza por parte del pueblo indígena Maorí, la cual llegó a Nueva Zelanda hace más de 1.000 años.
Además de trabajar en la “desextinción” de esta ave, Colossal ha afirmado que entre sus planes también está llevar a cabo proyectos de restauración medioambiental en Nueva Zelanda, especialmente para rehabilitar el hábitat de la moa y para cuidar las especies nativas de esa zona.
Este proyecto, al igual que la compañía, cuentan con el respaldo de Peter Jackson, el director de la saga El señor de los anillos, y quien además es uno de los más grandes coleccionistas de huesos de moa del mundo.
¿Qué pasó con los lobos terribles y con el mamut lanudo?
Primero hay que dejar claro que, técnicamente, lo que hace Colossal no es traer a la vida a animales extintos, sino crear una especie híbrida modificada genéticamente. Así lo explicó este año un comentario publicado tras el nacimiento de los lobos terribles realizado por el Grupo de Expertos en Cánidos, el principal organismo mundial de conocimiento científico y práctico sobre el estado y la conservación de todas las especies de cánidos.
La revista Time explicó que para hacer posible el nacimiento de estos animales, “el equipo extrajo ADN de un diente de 13.000 años hallado en Ohio y un cráneo de 72.000 años encontrado en Idaho. Luego, identificaron 20 mutaciones clave en 14 genes al compararlos con el lobo gris, su pariente más cercano”. Después de esto, editaron esos genes en células vivas de lobos grises.
Estos animales actualmente se encuentran en una reserva ambiental de de 809 hectáreas, de la cual no se conoce su ubicación por motivos de seguridad de los lobos.
En cuanto al mamut lanudo, en febrero de 2025, Colossal anunció que había creado a los primeros ratones con variantes genéticas de la extinta especie. “Estamos demostrando que ya podemos diseñar adaptaciones genéticas que tienen unas implicaciones muy profundas para la desextinción multigénica y la ingeniería genética”, dijo en ese momento George Church, cofundador de la empresa.
Lo que quiere la compañía es editar algunos de los genes del elefante para obtener como resultado uno con características similares a las del mamut, entre esas su pelaje. En ese sentido, los ratones eran un paso preliminar para la investigación, la cual continúa en marcha.