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Un día, sin anunciarlo como muchos lo hacen (aunque saben que regresarán en pocos días), Mauricio Castaño decidió desactivar su cuenta de Facebook y hasta ahora no la ha abierto de nuevo.
Era época electoral en Colombia, recuerda, y para evitar entrar en discusiones quería pasar por alto ciertas publicaciones con tinte político que por esos días compartían sus contactos y los medios de comunicación a través de sus perfiles.
El usuario creía que al verlas seguramente terminaría debatiendo y dejando comentarios que, aunque le hubiera gustado realizar, requerían de tiempo y él estaba cursando una maestría demandante. El tiempo también fue una razón para dejar Instagram, solo se quedó con Twitter.
Mauricio es un millennial más, tiene 35 años. Como él, algunas personas están considerando hacer lo mismo, pero por distintas razones.
Un estudio realizado por la compañía de publicidad y marketing digital Hill Holliday, que se conoció a comienzos de 2018, dio a conocer algunas de las razones por las que la generación Z (nacidos después de 1994) está contemplando abandonar alguna red social. Entre ellas la del porcentaje están: “estoy perdiendo mucho tiempo”, “hay mucha negatividad”, “me hace sentir mal conmigo mismo”, “hay mucha presión para obtener atención” y “quiero más privacidad”.
“Lo que encontramos es que más de la mitad de la generación Z (64 %) está buscando alejarse de las redes sociales temporalmente, mientras más de un tercio (34%) ha dejado o eliminado una cuenta”, señala el informe.
Entre las redes que están contemplando algunas de esas dos opciones están: Facebook, Instagram, Twitter y Tinder.
Ampere Analysis, una compañía de analítica, reveló datos de consumo de redes sociales, concluyendo que los jóvenes entre 18 y 24 años empezaron a cambiar significativamente su actitud hacia las redes sociales entre 2016 y 2018, pues el porcentaje de ellos que estuvo de acuerdo con la frase “las redes sociales son importantes para mí” pasó del 66 % al 57% en el transcurso de esos dos años.
Como Mauricio, algunos deciden desactivar los perfiles, otros eliminarlos, como en el caso de Alejandro Rodríguez, un “aspirante a escritor”, dice él, al que Facebook, la única red que tenía, “le estaba quitando mucha energía”, asegura.
Si usted decide abandonar algunas de estas redes sociales hay varias opciones.
Facebook ofrece desactivar la cuenta o eliminarla. Con la primera su cuenta no le aparecerá a nadie que intente contactarlo por ese medio, pero tendrá la oportunidad de reabrirla cuando lo decida. En cambio si la elimina, desaparecerá para siempre. La red social le da tiempo al usuario (14 días) para que se asegure si es realmente lo que quiere, en este lapso podrá recuperar la cuenta, si se cumple el límite, será imposible.
Instagram tiene las opciones inhabilitar y eliminar. Si se decide por la segunda “no podrás volver a registrarte con el mismo nombre de usuario ni agregarlo a otra cuenta”, aclaran.
Y Twitter da la posibilidad de desactivar la cuenta. Pero tenga cuidado, si pasan 30 días ya no habrá manera de recuperarla.
Desinstalar las aplicaciones del teléfono podría ser una forma útil y menos complicada.
Cualquiera de las maneras que decida va a requerir voluntad, como la que ha tenido Mauricio para llevar 1 año sin usar Facebook o Instagram. Proponérselo es el primer paso.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.