Botón A para saltar y nadar. Botón B para acelerar y lanzar bolas de fuego. Instrucciones que antes, por allá en los 80, venían en los manuales que cada videojuego sin falta traía en su caja.
Arte impreso en pequeño formato que mostraba los personajes, los enemigos y el mundo virtual al que en poco tiempo habría que llegar para salvar a la princesa, como en Super Mario Bros.
Ahora los manuales desaparecen. Los juegos que ya no son cartuchos sino CD, DVD o Bluray vienen en su caja pero sin ese librito que para los niños de los 80 y 90 sirvió como el puente entre el usuario y el juego.
Las razones
Las empresas distribuidoras y desarrolladoras de videojuegos, por reducir costos, han ido quitando los manuales de manera escalonada.
Las nuevas generaciones de jugadores no lo notan, pero los gamers veteranos empiezan a sufrir la nostalgia.
Otra razón de su desaparición, indican los jugadores, es porque ya no se necesitan. “Los manuales en la primera generación de consolas caseras hasta a mediados de los 90 fueron una necesidad, debido a que no existía internet y era la forma de enterarse de qué se trataba el juego, saber lo más preliminar de la historia y en algunos de pelea tenían hasta la lista de movimientos”, explica Johny Joal Morales, director del canal de Youtube especializado en videojuegos Rompecontroles.
Con la llegada de la red todo cambió. Ya no era necesario el manual para enterarse de la historia pues las mismas desarrolladoras en sus sitios web la subían y “en cuanto a la lista de movimientos ya había guías hechas por los fans que eran muy completas”, agrega Joal.
Esa facilidad para conseguir información es uno de los argumentos para acabar con los manuales, lo mismo que el cuidado del medio ambiente.
Ahora bien, los manuales empezaron su decline en la última generación de consolas a finales de 2012, es decir, en PS4, Xbox One, Wii U y PC.
Conexión con los creadores
Para los gamers de antaño, quitar los manuales es quitarles el único canal de comunicación con los artistas del juego como con sus creadores.
Así opina Felipe Salgado, uno de los administradores del grupo de Facebook Retroclub, especializado en videojuegos retro.
Para él, títulos como Street Fighter son impensables sin un manual que te indique qué botones usar para dar golpes más certeros. “Nos quitan la oportunidad de jugar mejor. Un manual lo era todo. Imagínese tener los combos de un juego de pelea sin necesidad de esperar una revista. De ahí la importancia de tenerlos”.
Mientras que en juegos de RPG (Rol Playing Game) como Final Fantasy o The Legend of Zelda, los manuales eran importantes porque contaban un preludio de la historia y explicaban paso a paso cada detalle como magias, armas y hasta arte del juego: esos dibujos que ahora están desapareciendo, por lo menos en el papel.
La nostalgia
Muchos de los títulos de ahora, que ya no tienen manual físico, lo tienen digital.
A través del menú de la consola es posible ingresar a ellos, eso sí, sin los artes ni esa satisfacción de tener impresa una parte de la historia del universo de los videojuegos.
Tener los manuales de juegos clásicos como Super Metroid o Castlevania Drácula X, ambos de Super Nintendo, acompañados de sus juegos y cajas originales es el máximo para algunos coleccionistas. Es por esto que los manuales toman otra importancia: el factor nostalgia.
Julián Caballero es un coleccionista de Armenia de juegos clásicos. Asegura que como coleccionador aprecia el arte de los manuales porque estéticamente son excepcionales.
Además, al estar con el juego y la caja juntos lo hace más preciado.
“Aprecio a los artistas que diseñan el manual, que hacen los dibujos que soportan y acompañan al videojuego. Son el primer contacto. Son como minihistorias que van más allá de las instrucciones”, declara el también docente universitario.
Julián asegura que el manual que más le ha gustado es el del título Metroid de 1986 que tuvo su aparición en la Nintendo de 8 bits (NES). Y que a pesar de su naturaleza de negociante, todavía no ha vendido los dos The Legend of Zelda que salieron en la NES, completos: juegos, manuales y caja original.
“Es bonito ver cómo las compañías presentaban un producto con detalles estéticos que impactaban”, sostiene el coleccionista, algo que ahora ha migrado a las ediciones de colección.
El valor
El valor sentimental juega un papel importante en el pedido de los coleccionistas de que no desaparezcan los manuales, lo mismo que el valor económico, tema que también hace parte del universo de los videojuegos.
Hay manuales de juegos clásicos que se pueden vender en 130.000 pesos, caso del título Castlevania Dracula X, como lo indica Mauricio Gaviria, coleccionador y vendedor, como también los hay de 60.000 pesos como el de Goldeneye 007.
Manifiesta Mauricio que son pocos los manuales que ha conseguido en Colombia y la mayoría los compra en Estados Unidos. Es un negocio donde la suerte tiene mucho que ver.
“La mayoría de los míos los he vendido. Creo que la importancia de estos es solo para los coleccionistas que gustan de los juegos completos, pues lo que uno hacía antes cuando se destapaba un videojuego era echarle solo una ojeada a las instrucciones para poner de inmediato el cartucho en la consola. Uno aprende es jugando, no leyendo”, opina el coleccionista Mauricio.
¿Desaparecerán?
Para algunos fanáticos es algo inminente. Joal cree que tienden a desaparecer por completo como lo harán los videojuegos físicos. Felipe también lo cree. “Para reducir costos y salvar árboles es probable que desaparezcan del todo. Ya entregan solo cajas con un código en su interior. Eso da hasta pesar”.
No obstante, como coleccionista mantiene esa esperanza de que haya una resurrección de los manuales y que con la llegada de la consola Nintendo NX, que podría regresar al cartucho como esqueleto del juego, los manuales vuelvan, así como eran antes.