La tecnología es la misma que utilizan las neveras o los aires acondicionados caseros o de infraestructuras más grandes. Una unidad de refrigeración que no congela, sino que enfría su entorno.
El compresor, el condensador y el evaporador son las piezas esenciales de estos sistemas, que pueden traer menos o más partes dependiendo de su tecnología. Su funcionamiento es simple y a manera de circuito cerrado.
Siempre que se prende el carro el compresor empieza a funcionar. Este tiene una polea que está girando todo el tiempo, pero que solo se activa cuando se enciende el aire acondicionado. Allí se aloja el gas refrigerante, por lo que su función es comprimirlo y enviarlo al condensador.
En este punto, el condensador regula la temperatura del gas y lo convierte en líquido, gracias a un sistema de ventilación. El líquido sigue su camino hacia el evaporador, pero antes pasa por la válvula de expansión, la cual lo transforma nuevamente en gas.
Al llegar al evaporador se produce su enfriamiento. Este tiene ubicado un ventilador en la parte trasera que al estar en funcionamiento ayuda a impulsar el aire frío hacia el interior del vehículo o habitáculo y mantener un clima cómodo en él. Del evaporador, el gas regresa al compresor e inicia de nuevo el ciclo.
“Para explicarlo de manera más fácil, yo siempre hablo del principio de refrigeración de la nevera de la casa. Si hay un radiador frío y se le pone un ventilador detrás, al soplar el aire sale frío”, aclara Héctor Mesa, gerente de servicios de Remaires Ltda, empresa de reparación y mantenimiento de aire acondicionado para vehículos.
El enfriamiento del vehículo se da por la distribución del aire dentro del carro. En los pies, hacia la cara, hacia el parabrisas o solo por un lado, de acuerdo con la preferencia del conductor o el carro, este comienza a esparcirse hasta llegar a todos los ocupantes. Algunos modelos cuentan con rejillas directas en la parte trasera que facilitan el proceso de climatización.
En cuanto a la tecnología, los aires acondicionados son iguales, pueden haber piezas más grandes o pequeñas, pero mantienen su misma estructura. La única diferencia está en su manejo o regularización, ya sea desde comandos manuales o aquellos digitales en el tablero del vehículo. “En un carro de alta gama se puede graduar la temperatura al gusto de cada uno, pero en el de gama baja lo debe hacer mezclando un poco la calefacción con el aire”, afirma Mesa.
Por otro lado, este sistema de enfriamiento ya no es un lujo, sino que es primordial para tener una mejor experiencia dentro del carro. Puesto que si se maneja en un ambiente de mucho calor en la ciudad o en carretera, garantiza el frescor y tranquilidad de los ocupantes del vehículo. Además cuenta con un filtro que evita que el aire que respiran los ocupantes no salga sucio.