¿Qué es un contacto cercano y por qué es importante para cuidarse de la covid-19?

Aprenda qué es la exposición al virus y cuándo se considera que tuvo un contacto estrecho que lo haya puesto en riesgo. Esto es lo que dice la evidencia.

La distancia que guarda con otros, los elementos de protección, el tiempo de interacción y las actividades a las que sale son fundamentales para mitigar el contagio. Foto: Edwin Bustamante

La escena tal vez le puede parecer familiar: acuerda un encuentro casual con alguien que no ve hace mucho tiempo y decide hacerlo de forma segura, sin besos ni abrazos y con mascarilla. Pero no puede faltar el café, así que se toman algo o se bajan por un momento el tapabocas para una fotografía. Al día siguiente esa persona le escribe que alguien de su círculo cercano tiene el nuevo coronavirus. Sus pensamientos se descontrolan, ¿y si esa persona lo contagió?, ¿y si usted ya es un portador asintomático del virus?, ¿qué debería hacer?

Desde el punto de vista epidemiológico hay dos términos, definidos por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas, CDC, para explicar lo que pudo ser ese encuentro hipotético: exposición, que es “haber entrado en contacto con una causa o poseer una característica determinante de un determinado problema de salud”, en este caso la covid-19, y contacto cercano, que se define como “alguien que estuvo a menos de 2 metros de una persona infectada durante un total acumulado de 15 minutos o más en un periodo de 24 horas”.

Esta última definición, la de contacto cercano, fue actualizada en octubre después de que un estudio del CDC hecho en un centro carcelario de Vermont, EE. UU., mostrara que se considera un contacto cercano cuando se tiene una interacción de 15 minutos, no tienen que ser seguidos, pueden ser encuentros breves que sumen eso en 24 horas.

El tiempo no es el único determinante, agrega la publicación: “Los factores que se deben tener en cuenta para definir el contacto estrecho son la proximidad (una distancia más corta probablemente aumenta el riesgo de exposición), la duración de la exposición (un tiempo más largo probablemente aumenta el riesgo), si el individuo infectado tiene síntomas (el periodo alrededor de la aparición de los síntomas se asocia con los niveles más altos de diseminación viral), si es probable que la persona infectada genere aerosoles respiratorios (por ejemplo, si estaba tosiendo, cantando, gritando) y otros factores ambientales (aglomeración, adecuación de la ventilación, si la exposición se produjo en el interior o en el exterior)”.

Es decir, son varios elementos los que determinan si debería aislarse o hacerse una prueba después de verse con alguien sospechoso de tener covid-19. Este es el paso a paso, basado en evidencia, que debe seguir.

Una balanza de riesgos

Lo primero que debe evaluar, dice el virólogo Jaime Andrés Cardona Ospina, magíster en biología molecular y director del Programa de Medicina de la Fundación Universitaria Autónoma de las Américas de Pereira, es qué tanto se siguieron las medidas de protección personal. “No solamente se trata de tener tapabocas o protección ocular, sino haberlos usado bien. En tiempos de pandemia uno no debería tener contacto con externos sin protección”, dice.

Pregúntese, sinceramente, qué tan bien usó los elementos y qué tanto tiempo los retiró. La psicóloga Ana Carolina Amaya, especialista en investigación social y magíster en epidemiología clínica, enfatiza en que ahora el discurso ya no debería ser “quédese encerrado” sino “aprenda a salir”. Y en ese camino hay muchas cosas que deberían cambiar. Recomienda no hablar mientras está comiendo, ponerse todo el tiempo el tapabocas (incluso para la foto) y privilegiar los planes al aire libre y sin alimentos.

Después, evalúe la distancia a la que estuvo de la persona: ¿de verdad fueron dos metros o menos? En este punto, el profesor de la Universidad Nacional Jorge Cortés, infectólogo del Hospital Universitario Nacional en Bogotá, explica que “lo de los 15 minutos y los dos metros no son una regla infalible, sino que son aproximaciones a las que han llegado los estudios, pero alguien se puede contagiar en menos de 15 minutos y a mayor distancia de dos metros”.

Finalmente, piense en las condiciones de la actividad que realizó: si fue en un espacio mal ventilado y hubo mucha expiración de gotículas por gritos, canto o risas, eso aumenta el riesgo de contraer el virus.

Cuarentena sí, pero...

Si la persona con la que usted tuvo contacto se hace una prueba PCR para verificar si tiene el virus y sale negativa, “no hay necesidad de aislarse”, dice el médico Cortés. Aunque no se puede olvidar, contrasta Cardona, que “una prueba negativa no descarta la infección. Incluso teniendo este resultado, lo mejor es que si uno vive con personas en riesgo, sea lo suficientemente precavido y evite las situaciones de exposición y contacto estrecho”.

Ahora, si la persona con la que usted compartió tiene una prueba positiva y además presenta síntomas de la enfermedad, la recomendación es que usted también se haga la prueba. “Idealmente al día 7 de la exposición, para lograr mayor especificidad en el resultado”, anota Cortés. También debe entrar en cuarentena, que no es lo mismo que aislarse, según las definiciones del CDC. En ambas situaciones, debe restringir el contacto con los otros (Ver Glosario al final del artículo).

Los profesionales de la salud exhortan a disminuir a cero los contactos presenciales, sin embargo, si tiene interacciones, asegúrese de que sean lo menos riesgosas posible: tiempo corto, buena ventilación, distancia física y tener bien puestos los elementos de protección