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El reto de la ingeniería en todos los tiempos
Por la creatividad y el ingenio de los profesionales del área siguen surgiendo soluciones innovadoras en línea con los desafíos de cada época.
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Ilustración sstock
Cuando se habla de ingeniería aparece el mundo de lo tangible: puentes, edificios, carreteras, bombillas eléctricas, artefactos que llegan a la luna... Esta profesión se origina por la necesidad del ser humano de transformar la realidad en pro de su bienestar y el de la comunidad.
“Se trata de una disciplina que apalanca sus soluciones en la ciencia y la matemática, pero que está presente desde el principio de la humanidad para resolver problemas: primero de forma intuitiva y más adelante con métodos y estudios científicos”, explica Lina Niebles, jefe de Ingeniería Mecánica de la Universidad EIA.
Así, para hablar del conjunto de ingenierías hoy disponible se debe partir de aquellas que sentaron las bases. “Por ejemplo, en la época del Imperio romano se vio un esplendor de la civil, con los caminos que se crearon y todos los avances relacionados con temas de infraestructura, como el acueducto”, dice Niebles.
En la actualidad existe una variedad de ingenierías porque el ser humano ha ido evolucionando. “Primero fue en lo militar y lo constructivo, después en la electricidad, por ello debió crear herramientas que le sirvieran para dominar ese principio y poder llevar el suministro a las calles y los hogares”, afirma Ana Rúa Graciano, ingeniera biomédica y Chief Data Scientist de la startup Kutai.
¿A qué se dedican?
Las ingenierías de minas, civil, militar, mecánica, química, eléctrica e industrial son consideradas como las primeras que ofrecieron soluciones concretas de acuerdo con el contexto histórico, económico y cultural de cada época.
La rama de acción de la ingeniería civil es la infraestructura en edificaciones y en las ciudades: la construcción de vías, puentes, ferrocarriles, canales, puertos...
Por su parte, “la ingeniería mecánica estudia las ciencias térmicas como la energía, los materiales, sus características, propiedades, transformaciones y procesos de manufactura’’, señala Lina Niebles.
En cuanto a la ingeniería química, esta nace de la ciencia básica y los alquimistas, de la curiosidad de transformar metales en otro material. Por otro lado, con la segunda revolución industrial vinieron la producción en masa, la industria automotriz, la fabricación en línea y la optimización de tiempos y procesos, dando lugar a la ingeniería industrial.
“Fue en el siglo XX, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, que se avanzó en temas de las telecomunicaciones y se empezaron a plantear conceptos como el código enigma y los encriptados. En la tercera revolución industrial hablamos de automatización y empiezan a surgir cuestiones aún más complejas como enviar el hombre a la luna”, explica Niebles.
De acuerdo con Santiago Arango Aramburo, Fulbright Visiting Professor MIT y líder de la estrategia Campus Sostenible de la Universidad Nacional, otro hito importante fue la aparición de la ingeniería administrativa en los años sesenta, que vino de la necesidad de hacer una gestión diferente de esta para empresas de base tecnológica.
“En esa misma época se dio el desarrollo fuerte de la computación y surge la ingeniería de sistemas; además, cobran importancia los temas relacionados con la tierra y sus recursos, entonces nace la ingeniería ambiental”, recuerda Arango.
A la medida
Con los avances de la sociedad, los problemas empiezan a ser más desafiantes y es necesario tener especializaciones para abarcar los campos. Por ejemplo, las ingenierías automotriz, aeroespacial, aeronáutica, ferroviaria y mecatrónica se derivan de la mecánica que, a su vez tiene tres pilares: ciencias térmicas, materiales y sistemas mecánicos.
“Un ingeniero automotriz aplica esos conceptos a un dispositivo llamado automóvil o motocicleta para hacer vehículos resistentes, que cumplan sus funcionalidades de protección, absorción de energía, entre otras”, expresa Lina Niebles.
Ahora, con los avances médicos nacen ingenierías como la biomédica y la biotecnológica, que les dan soluciones a los problemas de salud. Gracias a estas disponemos, por ejemplo, de las radiografías, las ecografías, los dispositivos que mejoran la ergonomía del ser humano, los procesos de rehabilitación con alto impacto, alimentos especiales, vacunas.
Según Santiago Arango, otro reto significativo actual en el que convergen la ingeniería y la sociedad como tal, son el cambio climático y la gestión de recursos y territorios. “Cuando juntamos la ingeniería con el entendimiento de los sistemas sociales podemos tener una mejor comprensión de las cosas. No se trata solo de encontrar soluciones tecnológicas, sino la forma en cómo las implementamos para que funcionen en cada comunidad”.
Arango también menciona desafíos modernos como la computación, la inteligencia artificial, el análisis de datos y lo que se conoce como las industrias 4.0 o la digitalización a nivel industrial.
Por esto, los desafíos de las ingenierías tradicionales siguen presentes, pero ahora que son más específicos, surgen nuevos campos de estudio para continuar brindando soluciones en beneficio de la sociedad
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