Todas las casas de China, muchas en otros países de Asia (Singapur, Filipinas, Indonesia y Corea del Sur) y algunas de los chinos en otros lugares del mundo están hoy más que limpias, relucientes.
El Año Nuevo, para ellos, no fue el pasado 31 de diciembre. Comienza este sábado 25 de enero a la media noche y el ritual más importante es tener la casa arreglada, “no puede quedar nada sucio en el hogar y el primer día de su calendario no pueden limpiar y mucho menos cortar algo con cuchillos, eso les daña la suerte”, explica Catherine Márquez Marín del área administrativa del Instituto Confucio en Medellín y quien ha vivido de cerca esta festividad.
En 2019 esta celebración fue el 5 de febrero, en 2020 será este sábado. No hay una fecha fija, será siempre en la segunda Luna Nueva después del solsticio de invierno (el día más corto del año que simboliza el comienzo oficial de esta estación).
Ellos se guían por el calendario lunar, “el agrícola y delimita el inicio de una etapa de fertilidad y cosecha. Termina la temporada fría y pasan a la primavera”, anota Márquez Marín.
Por eso, a este día también le dicen Fiesta de primavera y en 2020 se da justo en el primer signo del horóscopo chino, el de la rata. En esta cultura así comienza el año de este roedor.
Sin prejuicios
“La imagen de este animal no es bien vista en Occidente. Sin embargo, en Asia se le considera portador de buena suerte”, detalla la astróloga argentina Ludovica Squirru Dari en su libro Horóscopo Chino 2020.
Sucede que en estas culturas orientales cada persona tiene claro a qué signo del horóscopo chino pertenece (son 12 animales) y con qué elemento de la naturaleza se acompaña (madera, fuego, tierra, metal y agua) y esto hace parte de estas festividades. “Es un tema que marca sus vidas –describe Márquez Marín– cada animal abarca 12 meses y por eso son ciclos de 12 años. Este 2020 implica una gran renovación, un volver a empezar en general”.
Entonces, además de dejar sus casas resplandecientes, quienes celebran este agasajo, tienen alguna prenda roja, escriben refranes o mensajes positivos en sus puertas, prenden faroles y hacen ruido (se escucharán y verán juegos pirotécnicos, pero esta vez más contenidos. El gobierno del gigante asiático paró las grandes celebraciones en Pekín y otras ciudades principales por la amenaza del llamado virus de Wuhan.
Aún así, quienes en el horóscopo chino son rata (ver gráfico) se identificarán muy fácil porque estarán vestidos completamente de rojo, “de pies a cabeza, ya que creen que al llegar el año de su signo tendrán 12 meses de adversidades y hay que neutralizarlas, no solo con la ropa, también usan amuletos con algo rojo e incluso de oro, por ejemplo una manilla con una roedor en oro. Ellos lo ven como un repelente contra la mala suerte que quizá pueda llegar”. Ese accesorio lo van a usar desde ahora hasta el 12 de febrero de 2021 cuando comience el año del buey.
Los otros signos
Así como en el horóscopo occidental cada signo escucha, lee y busca sus predicciones, en el chino pasa lo mismo. Los orientales averiguan cómo será el ambiente general para estos 12 meses, si hay que cuidar más la economía, la salud, el amor, el trabajo o la familia.
La astróloga paisa Távata aclara que, de acuerdo al horóscopo chino, este año será bastante agitado en el mundo, con varios conflictos que encontrarán reconciliación y habrá que tener mucho control de las finanzas. “Que la gente haga de la mejor manera su presupuesto”.
Detalló, además, que será un muy buen ciclo para la industria del entretenimiento: el cine, la televisión, los conciertos y la música.
La astróloga argentina cuenta que “los chinos, al comenzar el año de la rata, que esta vez será de metal, anuncian un cambio. Todo se va transformando a la velocidad de la luz, la rata marcará la ruta a seguir para aceptar que lo que fue, ya no es ni será”, escribió.
Y para cada animal la rata traerá lo suyo. Detalló Távata que será una buena época para el mono, el buey, el dragón y el cerdo. “No será un año suave para la rata, el caballo y la serpiente. El conejo y el gallo también estarán en conflicto con la rata. La cabra y el perro estarán bien y el tigre, neutro”.
Una leyenda oriental cuenta que el emperador convocó a los animales. Ofreció premiarlos en orden de llegada. El tigre se descuidó y el buey (que aceptó llevar a la rata en su lomo) punteaba la competencia. Al tocar la puerta, el astuto roedor saltó y por eso llegó primero al Palacio de Jade. Fue pionero en un grupo de 12 especies, según reza la tradición, y este 2020 vuelve a festejarse su arribo triunfal.