Hailey Bieber, la modelo y esposa del cantante Justin Bieber, compartió en Instagram que estaba desayunando cuando empezó a tener síntomas de un accidente cerebrovascular. Según la Clínica de la Universidad de Navarra, estos pueden ser “pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo (cara, brazo y pierna del mismo lado), dificultad para hablar, pérdida de sensibilidad u hormigueos en la mitad del cuerpo, pérdida súbita de visión en un ojo y dolor de cabeza muy intenso distinto del habitual”.
La modelo fue hospitalizada y descubrieron que un pequeño coágulo de sangre había llegado a su cerebro y le había causado una breve falta de oxígeno, de la que el mismo cuerpo logró recuperarse en un par de horas. Esto es lo que se conoce como un ictus y no todas las personas son tan afortunadas como Hailey de que sea un episodio pequeño y de fácil recuperación. Si los síntomas no se reconocen a tiempo y se atienden con celeridad, puede terminar, según la Clínica de la Universidad de Navarra, en la muerte, la incapacidad permanente del adulto, o provocando secuelas que afecten de manera importante la calidad de vida.
Dependiendo de la gravedad del asunto, se puede tratar farmacológicamente o se debe recurrir a una intervención quirúrgica. Esto si el ictus es un infarto cerebral, como el de Bieber, que son los más comunes. Aunque también los hay de tipo hemorrágicos, más conocidos como derrames cerebrales, que significan la rotura de una arteria. Según la Clínica de la Universidad de Navarra, el tratamiento en este caso es “embolización del aneurisma con colis, sustancias que taponan las arterias dañadas e impiden que vuelva a romperse”.