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Microfotografía: el arte de retratar lo pequeño

En la Universidad de Antioquia un grupo de científicos usa este tipo de técnicas para sus investigaciones. ¿De qué se trata? Hablamos con uno de ellos.

  • Cada microfotografía mide 1 milímetro: esta es de un tallo de apio. Foto: ShutterStock
    Cada microfotografía mide 1 milímetro: esta es de un tallo de apio. Foto: ShutterStock
09 de febrero de 2023
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La diferencia entre el arte y la ciencia casi puede describirse con un dicho: “Del amor al odio solo hay un paso”. Por lo menos así lo ve Mario Londoño, profesor del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia, quien argumenta que esa premisa a simple vista parece una cuestión de contrastes y que, sin embargo, deja de percibirse así cuando se entiende que la ciencia se basa en el arte para entender a la naturaleza, mientras que el arte toma elementos naturales para explorar sus formas de manifestación. Es decir, caminan juntas, ciencia y arte, a veces, mirando hacia horizontes diferentes, aunque al final vuelvan la vista hacia adelante, al unísono.

En esa dualidad, de ser un arte o ser ciencia, está la micrografía. El profesor es una de las pocas personas que utiliza este tipo de procedimientos con fines científicos en Medellín. Y explica que se trata de una serie de métodos a través de los cuales se retratan cosas infinitamente pequeñas gracias a una serie de combinaciones de técnicas fotográficas y de técnicas microscópicas, que surgieron en el siglo XIX, de la mano de la curiosidad de René Dagron.

Londoño llegó a la microfotografía por su necesidad innata de conocer lo pequeño y porque le ha servido como recurso para documentar las características de organismos a simple vista inexistentes. “Por ejemplo, las microfotografías de animales tan pequeños como los tardígrados, son necesarias para la identificación de estos pequeños organismos que viven en musgos, y que no miden más de 100 micrómetros, algo así como la décima parte de un milímetro. Sin estas fotos, no se podrían ver los detalles que nos llevan a identificar y a diferenciar las innumerables especies de estos invertebrados microscópicos”.

Para obtener las fotos de estos organismos, el proceso no es tan complejo como se pensaría: se realiza un montaje de equipos en el que la cámara fotográfica se ajusta a los lentes del microscopio, permitiendo así obtener fotos de muy buena resolución. Por lo menos, suena fácil cuando es la voz de Londoño quien lo cuenta, pues según él, le gusta ese tipo de montaje porque se puede viajar con ellos o sacarlos del laboratorio, cosa que no pasa con un microscopio electrónico de barrido que siempre debe estar ajustado a una mesa especial que impida cualquier tipo de vibraciones, que gasta energía y que, en algunos casos, requiere un procesamiento de la muestra a observar, en un baño de oro, para resaltar los electrones que permiten ver hasta el más mínimo detalle.

El profesor del Instituto de Biología apunta: “Para mí es totalmente necesaria la microfotografía como herramienta para la divulgación científica. En el mundo de las ideas de Platón se hace necesario tener esas “copias” de las imágenes, y no es lo mismo describir y registrar la biodiversidad en dibujos que en fotografías. Los primeros deberían ser muy detallados para competir con la gran cantidad de información que nos puede brindar una foto, texturas, colores, superficies, estructuras, morfología, tamaños, escalas, etc. Si no demostramos nuestra diversidad a todo el público en forma de imágenes, todo quedará en un imaginario que no tendrá el mismo efecto de sensibilizar a las personas sobre el mundo natural”.

CIFRA

EN SUS PALABRAS

“El hallazgo que más me gusta recordar lo encontré con un microscopio de luz... fue impresionante poder obtener imágenes de las estructuras internas de un tardígrado, y de un huevo que estaba incubando en su interior”.

“Hoy, no se requiere revelar las microfotografías ya que todo se usa con memorias digitales. Las imágenes se descargan en computador y se hacen los ajustes de edición y mejoramiento de éstas para luego imprimirlas. Lo interesante es que, de acuerdo con la resolución de la foto, podemos expandirla o contraerla según se requiera”.

Mario Londoño

Profesor del Instituto de Biología de la Universidad de Antioquia.

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