Un juez condenó el pasado 16 de febrero al magnate y a sus dos hijos mayores a pagar 355 millones de dólares –que más los intereses suman 464 millones– por inflar el valor de sus propiedades. Si no lo hace, le podrían confiscar algunos de sus bienes, como la emblemática Trump Tower en Nueva York.
La aplicación, con 170 millones de usuarios en EE. UU., está en el centro de las tensiones entre los dos países, que están enfrentados por cuestiones tecnológicas, de comercio y derechos humanos.
Francisco, que acaba de cumplir 11 años de pontificado, publicará unas memorias en los próximos días en las que cuenta que solo pensaría en dejar su rol si tuviera un “impedimento físico grave” y admitió que hay “algunos” que esperan que renuncie.
La banda recurría a las redes sociales para estudiar a sus víctimas, pues analizaban fotografías y videos que los futbolistas y su entorno publicaban del interior de sus viviendas.