Más allá de las dificultades académicas propias de la exigencia de la universidad pública, los estudiantes de la Universidad Nacional en Medellín deben luchar contra un factor externo que les complica el día a día: la inseguridad en las inmediaciones del campus ubicado cerca al cerro El Volador.
El problema no es nuevo, ni es solo de esa universidad, pero continúa representando un dolor de cabeza para la comunidad académica que debe hacer recorridos desde las porterías del campus hasta paraderos de buses y la estación Suramericana del metro.
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De hecho varios estudiantes coinciden en que el sector más crítico en esta materia es el puente de Punto Cero. Así le pasó a Andrés Acevedo, estudiante de segundo semestre de Matemáticas, quien en abril pasado sufrió una herida con arma blanca en un intento de atraco:
“Salí de noche de la universidad y como había mucha fila para el sistema de EnCicla decidí caminar por Punto Cero hasta donde paran los buses de Bello. Ahí me abordó un tipo de muy mal aspecto y me dijo que le entregara todo, mi reacción fue tratar de volarme y terminamos en un forcejeo. Me hirió en la mano con un cuchillo gigante”, relató el joven.
A Elian Uribe, también estudiante de la Unal, no lo hirieron pero si alcanzaron a robarle. En ese entonces este estudiante de Ingeniería Civil cursaba primer semestre y fue asaltado por dos sujetos que lo esperaron a que cruzara el puente que conecta el campus de El Volador con el núcleo del Río:
“Crucé con un amigo y dos sujetos nos abordaron. Nos empezaron a decir el típico cuento que eran los ´muchachos´ que cuidaban en la zona y que necesitaban hacer una requisa porque supuestamente vendíamos droga. Cuando quisimos irnos, nos intimidaron y nos robaron los celulares y la plata que teníamos”,
A Santiago Jaramillo, estudiante de tercer semestre de ingeniería de Petróleos, en mayo pasado lo intentaron atracar dos sujetos que lo siguieron desde una de las porterías de la universidad hasta el bus de Copacabana en el que iba para su casa:
“Uno se montó al lado mío y otro atrás, cuando íbamos por Caribe me empezaron a intimidar con un destornillador, pero los otros pasajeros comenzaron a gritar y el conductor cerró las puertas y se pegó del pito”.
Aquella vez los sujetos implicados en el intento de hurto terminaron en manos de la Policía. Producto de la inseguridad muchos estudiantes optaron por conformar grupos grandes para salir acompañados hasta los paraderos o las estaciones de transporte público.
Juan Camilo Restrepo Gutiérrez, vicerrector de la sede Medellín de la U. Nacional, reiteró el miércoles por medio de un comunicado el llamado para que las autoridades protejan a la comunidad académica:
“Debo insistir, como lo he hecho de forma permanente, en el llamado respetuoso a las autoridades administrativas y judiciales competentes, para que salvaguarden la integridad y la seguridad de la ciudadanía en general y de la comunidad universitaria en particular, dado que venimos siendo víctimas de delincuencia”, indicó el directivo.
El Secretario de Seguridad, Andrés Felipe Tobón, aseguró que mantiene diálogos Restrepo para trabajar de manera conjunta por mermar las situaciones de criminalidad.
Agregó que están enfocados en “garantizar que las universidades de Medellín sean espacios seguros para los estudiantes y puedan desarrollar sus actividades sin ningún tipo de inconveniente”.