Galán, admitió responsabilidad del hecho y errores en la gestión de la situación, enfrentando los reclamos de la representante a la Cámara, Catherine Juvinao, quien calificó como inaceptable equiparar daños materiales con la integridad de quienes se manifiestan.
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“Fue una marcha de mujeres en estado de indefensión, en donde hubo niñas, adolescentes y mujeres mayores. La plaza estaba oscura, miles estuvimos por un momento cercadas y así se abren los riesgos a las tragedias”, expresó Juvinao.
A Juvinao se sumó su colega Jennifer Pedraza, quien dijo: “les recuerdo que la marcha fue un lugar seguro para todas, incluyendo niñas y mujeres en embarazo... hasta que llegó el ESMAD”.
El alcalde Galán reconoció la necesidad de revisar lo sucedido y brindó algunas explicaciones. También aseguró que todos en Bogotá tienen derecho a sentirse seguros durante las protestas pacíficas.
El Alcalde destacó un problema prolongado con la iluminación de la Plaza de Bolívar y se comprometió a resolverlo para garantizar la adecuada iluminación en el futuro. Según dijo, distintas entidades se han “pimponeado” la responsabilidad.
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En cuanto al cerco en las entradas y salidas a la Plaza de Bolívar aseguró: “De las ocho entradas que tiene la Plaza de Bolívar hay cuatro que están cerradas. No fue una decisión de ayer. Es una decisión que tiene que ver con decisiones de seguridad de la Presidencia de la República, lo que tiene que ver con las entradas y salidas del sur”.
Lo mismo ocurre en el costado del Palacio de Justicia, que por cuenta de la elección de Fiscal ha permanecido cerrado.
Galán también reconoció errores en la gestión de seguridad durante la manifestación, admitiendo que no se puede comparar el vandalismo y daños materiales con las afectaciones a la vida o integridad de las personas.
Así que el mandatario del Distrito invitó a las lideresas de colectivos feministas de la ciudad para que se sienten en la Alcaldía y resuelvan cualquier inconveniente.
“Mi gobierno está listo para sentarse, escuchar sus puntos de vista, revisar las actuaciones y tomar las mejores decisiones para que en Bogotá todos y todas podamos sentirnos seguros y protestar respetando a los demás”, concluyó Galán.
Sin embargo, las críticas persisten. Juvinao, por ejemplo, señaló que no es proporcional que el ESMAD utilice gases lacrimógenos o aturdidoras por un grafiti, ni que se sugiera que la vida de los agentes esté en peligro solo porque unas mujeres se les opongan con arengas.
“Las mujeres debemos poder marchar de forma segura y libre. Si algunas pocas mujeres incurren en actos de vandalismo, lo cual por supuesto no voy a justificar, deberán ser tratadas por la autoridad de forma proporcional, con enfoque de género y sin afectar al resto de la manifestación”, sostuvo.