Aunque ya pasaron cinco años desde que asesinaron al grafitero Diego Felipe Becerra en una calle de Bogotá, por primera vez uno de los patrulleros involucrados confesó que el menor de edad sí fue víctima de un caso de falsos positivos y dio detalles sobre la forma en que él mismo puso un revólver al lado del cadáver para hacerlo pasar por el de un criminal.
El patrullero Giovanny Tovar aceptó que en la tarde del 19 de agosto de 2011 él fue contactado “a través de un intermediario” para que llevara el arma a la escena del crimen y la pusiera al lado del cadáver. En audiencia pública, Tovar contó también que antes de llevar el revólver lo disparó en un humedal.
Lea también: Nacion deberá indemnizar a familiares de grafitero asesinado en Bogotá
En una entrevista con Blu Radio, el patrullero confesó que su idea era ayudar al patrullero Wilmer Alarcón, quien supuesamente disparó al grafitero, porque sus compañeros le vendieron la idea de que el joven era un cirminal, y que decidió hablar porque no pudo “con el cargo de conciencia”.
Tovar aceptó colaborar con la justicia y servir de testigo en los procesos contra los otros implicados, entre los que se encuentran dos coroneles de la Policía y tres civiles, a cambio de una pena de ocho años de prisión.
Además: Primera condena en caso de joven grafitero asesinado
Diego Felipe Becerra murió el 11 de agosto de 2011 en el norte de Bogotá. Según la versión con la que los uniformados intentaron encubrir el crimen, el joven habría atracado un bus en la localidad de Suba y los disparos se habrían presentado durante la intervención de la Policía.
Además del patrullero Tovar, otros once miembros de la Policía Nacional han sido señalados por la Fiscalía por su presunta responsabilidad en los hechos que rodearon el homicidio del grafitero, y ya dos expatrulleros, Nelson Rodríguez y Freddy Navarrete, fueron sentenciados a cuatro años de prisión domiciliaria por alterar la escena del crimen.
Asimismo, el Juzgado 38 Administrativo de Bogotá condenó al Ministerio de Defensa y la Policía Nacional a indemnizar a los padres de la víctima por los perjuicios causados.