El presidente Juan Manuel Santos convocó en la noche de este martes a todos los colombianos a “darle una oportunidad a la paz”, llamado en el que incluye a los amigos de la negociación, a sus detractores y a quienes preferirían continuar la guerra.
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Con ese propósito, anunció que su administración iniciará una amplia conversación con todos los sectores sociales, para que “hablemos de paz en las ciudades y en los campos”. Aunque no explicó cómo concretará esa “conversación”, sí dijo que ella es necesaria porque la obligación del Gobierno es resolver las inquietudes de los ciudadanos y porque entiende que existan preocupaciones alrededor de un tema tan complejo. “Queremos hacer una paz amplia, una paz sin odios, una paz sin rencores, la paz de todos y con todos”.
El mandatario expresó además la satisfacción por la ceremonia en la que se divulgaron detalles de la firma del cuarto punto de los diálogos de La Habana que tiene que ver con las víctimas del conflicto y valoró algunos de los puntos del acuerdo que tienen un componente muy importante de verdad y de garantía de no repetición.
El presidente de la República ratificó además durante la alocución el 23 de marzo de 2016 como la fecha límite para firmar el acuerdo con las Farc de finalización del conflicto armado.
Pese a las dudas que han surgido sobre la premura de ese límite, Santos dijo que es posible cumplirlo, pues con el acuerdo conocido esta mañana en La Habana se dejó atrás el punto más complejo de la agenda.
El presidente señaló además que las conversaciones para la firma del último punto de los diálogo en Cuba que hace referencia a la terminación del conflicto, incluirá temas como la dejación de armas y la reincorporación de los exguerrilleros a la vida civil, avanza a muy buen ritmo y destacó que al momento de darse el cese bilateral será con todas las garantías de verificación.
El primer mandatario dedicó un capítulo especial de su discurso de este martes a los integrantes de las Fuerzas Armadas: “Les prometí que cualquier beneficio que se les diera a las Farc en materia de justicia, se les daría también a los miembros de nuestra fuerza pública que hubieran cometido algún delito relacionado con el conflicto armado. También dije que sería un tratamiento diferenciado, pero no más severo, con base en el reconocimiento de que nuestros militares y policías usan de manera legítima la fuerza en nombre del Estado”.
No solo ratificó esa promesa a los uniformados; también les explicó que la jurisdicción especial para la paz se podrá aplicar de manera simultánea, pero que los agentes del Estado nunca serán equiparados a la guerrilla. Y les aseguró que los militares pueden pedir revisión de sus sentencias y procesos, porque “no se volverá a cometer la injusticia de ver a los guerrilleros libres y a los militares presos”.
En un sentido similar, habló de civiles que se hayan visto involucrados en delitos en el contexto del conflicto armado. A ellos les aclaró que esa participación no se considerará un delito si fue el resultado de coacción, es decir, “si obraron obligados o por amenazas”.