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Colombia o Argentina, no importa cuál Selección lo llame primero, pero el portero Franco Armani mantiene la ilusión de defender la camiseta de uno de los dos países.
No quiere referirse más al tema de su nacionalización, que posiblemente se resuelva entre junio y julio de este año, pero no baja los brazos.
“No quiero hablar más del tema, pero es lógico que mantenga la ilusión de ir a una Selección, si me toca Argentina lo haré gustoso y si es Colombia estoy listo para darle una mano en el momento que lo pueda hacer, no lo dudo porque este ha sido mi hogar y el de mi familia”.
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Dice que el haber sido nombrado el mejor arquero del continente en 2016 es un calificativo que aún no se cree.
“Todavía me pregunto si es verdad. Es algo muy lindo que te reconozcan por lo que hacés, pero yo sigo siendo el mismo que debutó en 2012. No cambio como persona ni tampoco mi forma de trabajar como profesional”.
Para él, más allá de los títulos, lo que ha conseguido es madurez y experiencia. “Eso lo comparto con los nuevos, los jóvenes y quienes me buscan para un consejo”.
Le da tristeza la salida de Ezequiel Rescaldani, porque con su compatriota había entablado una muy buena amistad. Se alegra por la llegada de otro argentino, en este caso la de Mariano Vázquez. “Así es el fútbol, creo que a Ezequiel le va servir salir y tener continuidad en otro equipo para regresar y aportar todo lo que puede dar. Mariano, por su parte, es un joven lleno de condiciones y que nos va a dar mucho este año”.