¿Verónica Alcocer estuvo detrás del negocio de los Gripen? La denuncia que podría destapar otro escándalo en el Gobierno Petro
El abogado Camilo Enciso anunció que presentará una denuncia para esclarecer si Verónica Alcocer tuvo algún tipo de participación en la negociación de los aviones Gripen, un proceso que, según él, dejó sombras sobre gestiones paralelas y posibles intermediaciones indebidas.
Ante la Unidad Nacional Anticorrupción de Suecia será radicada una denuncia que prenderá las alarmas sobre un posible caso de soborno extranjero ligado a la millonaria compra de aviones de combate Gripen por parte del Gobierno de Gustavo Petro. El documento, que será radicado por el exsecretario de Transparencia Camilo Enciso, plantea que la prolongada estancia de la primera dama Verónica Alcocer en Estocolmo, marcada por un estilo de vida de altísimo nivel y relaciones sociales con círculos económicos influyentes, coincide con el proceso decisivo en el que Colombia eligió y luego firmó con el fabricante sueco SAAB el mayor contrato de defensa de su historia reciente.
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La denuncia no afirma que hubo un delito, pero reúne un conjunto de hechos que, en palabras del propio Enciso, “constituyen indicios razonables” de que pudieron ofrecerse o canalizarse beneficios indebidos desde Suecia hacia personas con influencia directa o indirecta sobre decisiones de adquisición militar en Colombia. Bajo la ley sueca, ese solo umbral basta para abrir una investigación preliminar.
El documento, conocido por EL COLOMBIANO, parte, entre otras cosas, de un episodio revelado en 2023 cuando el exviceministro de Defensa Ricardo Díaz aseguró públicamente que, a inicios de septiembre de 2022, le ofrecieron 700 millones de pesos para presionar la compra de tres helicópteros militares.
A esa información, Enciso le sumó una publicación de la Revista Semana que reveló que asesores del Gobierno habrían insinuado que la primera dama tenía un “interés especial” en que esa operación avanzara.
Aunque esa negociación no prosperó, Enciso sostiene que ese episodio muestra un patrón de intermediarios que se presentan con cercanía al círculo presidencial para influir en adquisiciones.
“La superposición temporal y geográfica es la siguiente: la presencia prolongada de la Sra. Alcocer en Estocolmo y su estilo de vida de alto lujo en Suecia coinciden con – o preceden – el cierre público del acuerdo de aeronaves suecas entre Colombia y SAAB. La convergencia de (i) una adquisición de defensa de alto valor de origen sueco, (ii) una persona políticamente expuesta (la Primera Dama) con un nexo de residencia en Suecia, y (iii) gastos suntuosos inexplicables en Suecia, crea un vínculo plausible de que los beneficios podrían haber sido canalizados a través de Suecia o intermediarios con sede en Suecia en conexión con la transacción de aeronaves”, sostiene el documento.
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