A una semana del cierre, así se reacomodan las fuerzas al Senado de cara a 2026
Para el 8 de diciembre, las colectividades deben cerrar sus listas al Senado.
La primera semana de diciembre suele ser, en los últimos ciclos electorales, el momento en que la política colombiana deja ver su rostro más crudo: silencios calculados, negociaciones que se caen en el último minuto, listas que se rearman en tiempo real y acuerdos que, aunque se anuncian este año, en realidad se vienen acumulando desde hace un buen tiempo (algunas veces, claro).
Pero el cierre de listas al Senado para 2026 —que vence el próximo 8 de diciembre— ocurre en un ambiente particularmente volátil, con un país que llegará a las elecciones de marzo en medio de una crisis de gobernabilidad y una campaña presidencial que ya tensiona todos los espacios disponibles.
En un primer grupo están los partidos que tienen las cosas un poco más definidas, pero no completamente resueltas. Tanto el Conservador como el Liberal presentan el mismo síntoma: hay una cabeza de lista prácticamente acordada, pero con resistencias.
En el Conservador, la elección de David Barguil está prácticamente hecha, aunque rodeada de comentarios sobre la forma en que se tomó la decisión y el peso de Efraín Cepeda que jalonaron la escogencia del excandidato presidencial de 2022. En el Liberal, la figura que encabezará la lista aparece con claridad para César Gaviria: casi que Lidio García será quien encabece, aunque se discutió la posibilidad de que sea la hija del director del partido, María Paz Gaviria. El problema es que el proceso para elegir al candidato generó roces que aún se sienten dentro del partido.
Aunque lograron avanzar en una decisión clave, todavía persisten las inconformidades y reclamos sobre la forma en que se escogió ese nombre y sobre por qué esas personas terminaron siendo la “apuesta” de los partidos tradicionales.
Baraja de candidatos en los ‘Verdes’ y en Cambio Radical
Otro grupo lo conforman las colectividades donde las disputas internas están abiertamente expuestas. Allí entran Cambio Radical y la Alianza Verde, dos partidos para los cuales la cabeza de lista se convirtió en un pulso visible y en una demostración de fuerza entre sectores. En Cambio Radical, la decisión depende tanto de la ambición presidencial de Germán Vargas Lleras como de las pugnas entre figuras con trayectoria como el senador vallecaucano Carlos Fernando Motoa y la célebre representante Lina Garrido, que buscan bloquearse mutuamente o garantizar su propio espacio.
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En los ‘Verdes’, la fractura entre corrientes —unas más afines al Gobierno, otras más críticas— ha hecho que la negociación por el primer renglón se vuelva un laberinto que atraviesa encuestas internas, vetos cruzados y la necesidad de proyectar una imagen de unidad que difícilmente refleja la realidad.
Allí compiten los senadores Jota Pe Hernández, Angélica Lozano y Ariel Ávila.
Son los dos partidos donde el número uno sigue abierto y donde la definición, cuando llegue, será tanto una decisión electoral como un mensaje interno de quién tiene más fuerza en la colectividad.
En un tercer nivel está el Centro Democrático, un partido que llega al cierre de listas mirando más hacia la elección presidencial que hacia el Senado. A diferencia del resto, el uribismo priorizó su propia competencia interna por la candidatura de 2026, y eso condicionó el ritmo y el peso de las decisiones legislativas. Aunque tiene nombres avanzados para encabezar la plancha como Andrés Forero o Rafael Nieto, el partido sigue afinando la fórmula y ajustando detalles dependiendo de cómo se mueva su carrera presidencial.
El Senado, en este caso, está subordinado a esa discusión mayor; en otras palabras: el orden del lista depende de un tablero más grande que aún no termina de acomodarse.
Los que ya terminaron la tarea
En este bloque están el Pacto Histórico, que definió a Carolina Corcho por la consulta interna de la coalición y ahora enfrenta más retos jurídicos que políticos. Por su parte, la coalición Ahora Colombia (MIRA, Nuevo Liberalismo, Dignidad & Compromiso), después de deliberaciones intensas cerró su acuerdo y ya tiene encabezamiento definido con Juan Sebastián Gómez, quien se impuso a Jennifer Pedraza y al exministro Alejandro Gaviria.
De otro lado, partidos como Verde Oxígeno se concentraron en trámites y procedimientos antes que en disputas internas y desde temprano fijaron sus listas —incluso con un diseño simbólico—.
La foto completa muestra a los partidos llegando a esta semana en velocidades distintas: algunos ya tienen todo listo, otros dependen aún de consensos internos o de su propia carrera presidencial, y varios siguen administrando tensiones que no se resolverán sino hasta el último minuto. En esta recta final es donde realmente se define no solo quién encabeza cada lista, sino el mapa político con el que los partidos competirán por las curules del Senado en 2026.
Centro Democrático: lista cerrada y una definición en manos de la consulta presidencial
El Centro Democrático llega a la recta final con una estrategia distinta a la del resto de partidos: mientras otros están inmersos en disputas por la cabeza de lista, el uribismo está volcado a la definición de su candidato presidencial, y esa decisión terminaría condicionando el armado de su lista al Senado.
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El partido ya confirmó que irá con lista cerrada, una fórmula que concentra la responsabilidad en la votación total y reduce la competencia individual. En ese marco, el expresidente Álvaro Uribe figura en el puesto 25, una señal de estrategia más que de prioridad: el Centro Democrático necesitaría conseguir los votos suficientes de 25 senadores para que él entre, una apuesta muy difícil, pero útil para motivar la movilización del voto.
Sin embargo, según reveló La FM, también se dice que el representante Andrés Forero o el ex viceministro del Interior Rafael Nieto Loaiza podrían ser los dos primeros nombres de la lista al Senado. La inscripción está prevista entre este lunes o martes, según fuentes que le confirmaron a este diario.
En paralelo, el partido puso en marcha un proceso de encuestas internas administrado por la firma chilena CADEM, con una muestra de 2.100 entrevistas para blindar el proceso y reducir riesgos de manipulación. Los resultados de la encuesta presidencial se conocerán a mediados de diciembre.
Cambio Radical: la puja es entre Garrido y Motoa mientras Vargas Lleras define
En Cambio Radical, el cierre de listas llega en medio de una tensión contenida: el partido aún no sabe si Germán Vargas Lleras regresará al Senado o si mantendrá abierta la puerta presidencial para 2026.
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Aunque el ex vicepresidente evita definiciones, cercanos insisten en que está cada vez más cerca de asumir la cabeza de lista, un movimiento que reorganizaría por completo las fuerzas internas.
Mientras tanto, otra puja se libra entre dos figuras que representan estilos y ambiciones distintas. Por un lado, está Carlos Fernando Motoa, senador vallecaucano de bajo ruido, pero alto peso interno, quien iría por su quinto periodo y es reconocido por ser uno de sus operadores legislativos más estables. Y en el otro extremo aparece Lina Garrido, representante a la Cámara que ganó visibilidad nacional tras su discurso del 20 de julio, y que sectores del partido ven como una carta para renovar la imagen de la colectividad en un año de reposicionamientos.
La decisión final dependerá de si Vargas Lleras decide jugar en primera línea o deja que la contienda Motoa-Garrido defina el liderazgo de la lista. En cualquier escenario, Cambio Radical llega a la semana previa al cierre con más preguntas que respuestas: ¿habrá un regreso de Vargas Lleras al Congreso o una apuesta por nuevas caras con proyección nacional?
Alianza Verde: una coalición ampliada con la cabeza de lista enredada
En los ‘Verdes’, el armado de la lista al Senado avanza con una estructura casi idéntica a la de 2022: el partido volverá a competir en coalición con la ASI, Colombia Renaciente y En Marcha. La única novedad es la entrada del movimiento Demócrata, que amplía el espectro de alianzas, pero también complejiza las negociaciones internas.
La disputa por la cabeza de lista se ha convertido en uno de los pulsos más sensibles del partido. En la baraja aparecen nombres que ya tienen presencia nacional: ‘Jota Pe’ Hernández (Jonathan Pulido Hernández), Ariel Ávila, Andrea Padilla, Angélica Lozano y Fabián Díaz.
Sin embargo, varios de esos nombres están prácticamente descartados por razones políticas y de equilibrio interno. Fuentes consultadas aseguran que es difícil que Hernández o Ávila terminen en el primer renglón. En el caso de Hernández, sectores de la dirección consideran que su distancia del Gobierno Petro lo deja sin el respaldo necesario dentro de la colectividad. Y en el caso de Ávila, su alineamiento con el proyecto del presidente y su protagonismo en iniciativas como la Ley de Paz Total también genera resistencias entre quienes buscan una lista menos asociada al petrismo.
Con esos dos nombres fuera del camino, la discusión interna se ha movido hacia un grupo más reducido donde toman fuerza Angélica Lozano, Andrea Padilla, Fabián Díaz y el exalcalde Luis Eduardo Garzón. En ese bloque, Lozano busca el liderazgo.
¿Las razones? Tras varios periodos consecutivos en el Congreso, considera que le corresponde asumir la cabeza de lista como la figura de mayor trayectoria legislativa del partido. Por el lado de las otras tres figuras, hoy no tienen un caudal electoral comparable al de los senadores más visibles del Verde, pero son vistos como opciones de consenso en un partido que intenta recomponer liderazgos.
La decisión también pasó por una medición interna. En esa encuesta de percepción entre militantes y estructuras, Katherine Miranda apareció muy bien posicionada, lo que terminó de empujar su salto al Senado, aunque sin ubicarla como opción principal. La definición final quedó para esta semana: entre hoy lunes 1° y el miércoles 3 de diciembre, cruzará los últimos vetos y apoyos, pero todo apunta a que la decisión se anunciará el miércoles, cuando se logre el consenso definitivo.
Partido Conservador: Barguil vuelve y hay división por la forma de su nombramiento
Casi que en honor a su nombre, el Partido Conservador no ha dado muchos detalles sobre su cabeza de lista al Senado. Lo que sí está claro es que la colectividad da por hecho que David Barguil encabezará en 2026, en un intento por regresar al Congreso después de su paso previo por el Senado en el periodo 2018-2022.
Pero su designación abrió un ruido interno que todavía no se apaga. Entre varios sectores del partido circula la versión de que Barguil no fue escogido por consenso, sino impuesto por el candidato presidencial Efraín Cepeda, expresidente del Senado, una de las figuras con mayor control sobre la dirección conservadora y de dicho partido.
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El regreso de Juan Diego Gómez también mueve el tablero: relanzó su grupo como “Conservadores por Naturaleza” y anunció que buscará volver al Senado. Sus críticas recientes a las divisiones internas reactivaron la competencia por el control del partido, lo que incrementa la tensión alrededor de decisiones como la designación de Barguil.
Aunque la decisión no parece que vaya a cambiar, el malestar existe: algunos congresistas y directivos cuestionan el procedimiento y reclaman que la selección debió pasar por un proceso más abierto.
El Conservador llega así al cierre de inscripciones con una cabeza definida, pero con una discusión pendiente sobre cómo se tomó esa decisión.Eso sí, el hecho de que la lista aún no esté cerrada sugiere que hay espacio para ajustes de última hora —tanto en el orden como en los aspirantes definitivos—, lo cual puede generar dinámicas internas fuertes hacia el cierre de inscripciones.
Partido Liberal: choque entre lealtades y herencias en la definición de #1
El Liberal llega a la semana previa al cierre con su conflicto histórico a flor de piel: el control del expresidente César Gaviria sobre las decisiones de la colectividad y la resistencia de varios sectores que piden reglas claras, mecanismos democráticos y una reconfiguración del rumbo político del partido.
Entre esos pedidos se encuentra una carta publicada por el representante Juan Carlos Losada a Gaviria en la que reclama una consulta pública para definir la cabeza de lista al Senado. Es apenas el síntoma visible de un descontento que viene creciendo.
La disputa por la cabeza de lista enfrenta a Lidio García, presidente del Senado y aliado histórico de César Gaviria, con el nombre que empezó a mover el tablero: María Paz Gaviria. Aunque sobre García se reclama la continuidad por su votación y su lealtad al director del partido, la posible llegada de María Paz abrió tensiones internas y alimentó la idea de un reacomodo en torno al círculo más cercano del expresidente.
A este choque se suma el malestar de sectores liberales que cuestionan el giro hacia alianzas con el uribismo, temiendo que el partido pierda identidad y termine en coaliciones donde otros capitalicen más. También reprochan que no haya mecanismos internos claros, como consultas o encuestas abiertas, para definir el orden de la lista. Con el cierre a la vista, el Liberal aún no resuelve si mantendrá la línea de García o si Gaviria moverá la lista para favorecer a su hija. Como siempre, la decisión parece que pasará por él.
Los partidos que ya definieron sus cabezas de lista para el Senado
En varios sectores del espectro político, las cabezas de lista ya están definidas, pero los movimientos previos muestran cómo las coaliciones ajustaron fichas y nombres antes de cerrar decisiones.
En el Pacto Histórico, la elección de Carolina Corcho como primera en la lista al Senado se resolvió tras la consulta interna del 26 de octubre, en la que su segundo puesto en la presidencial la dejó como figura natural para encabezar la lista cerrada y paritaria.
El verdadero punto crítico ahora no es político, sino jurídico: la personería del movimiento sigue condicionada por el Consejo Nacional Electoral. Una tutela para levantar esa restricción fue negada por improcedente por el Tribunal Superior de Bogotá, que reiteró que el debate debe resolverse en los procesos contenciosos ya abiertos en el Consejo de Estado, lo que mantiene incertidumbre a pocos días del cierre de inscripciones.
En la coalición Ahora Colombia (MIRA, Nuevo Liberalismo y Dignidad & Compromiso), la elección de Juan Sebastián Gómez como cabeza de lista llegó tras una semana intensa de deliberaciones internas.
Antes del acuerdo, circularon otros nombres dentro de la coalición: la representante Jennifer Pedraza, impulsada inicialmente por Dignidad & Compromiso, y el exministro Alejandro Gaviria, promovido por sectores del Nuevo Liberalismo. También hubo un intento de llegar a un consenso mediante un delegado entre Juan Manuel Galán y Gaviria, pero la propuesta que recibió el abogado Mauricio Gaona tensó las conversaciones y bloqueó un diálogo directo entre Pedraza y Gaviria.
Ese proceso terminó por inclinar la balanza hacia Gómez, visto como un punto medio que permitía consolidar una lista unificada.
En Verde Oxígeno, Ingrid Betancourt oficializó su lista cerrada bajo el nombre “Selección AntiPetro”, encabezada por Sofía Gaviria, hermana del exgobernador Aníbal Gaviria. Betancourt ocupará el puesto 10 y busca regresar al Senado tras 25 años. La lista incluye perfiles simbólicos para el partido, como Deysi Guanaro, John Frank Pinchao, Óscar Ortiz, Beatriz Uribe y Silverio Gómez. En paralelo, Oxígeno también otorgó su aval presidencial a Juan Carlos Pinzón, en una movida que reacomoda al partido en la centroderecha y reabre el debate sobre el rol de Álvaro Uribe en su candidatura.