Ayer Martín Vizcarra y hoy Pedro Castillo: el expresidente peruano fue condenado a 11 años de cárcel por su fallido autogolpe
El exmandatario fue condenado por rebelión tras su fallido intento de disolver el parlamento, la intervención del sistema de justicia y convocar una Asamblea Constituyente en diciembre de 2022. Su sentencia puede ser apelada.
El expresidente de Perú Pedro Castillo fue condenado este jueves a 11 años y medio de prisión por rebelión, tras su fallido intento de disolver el parlamento en diciembre de 2022.
El exmandatario izquierdista, sin embargo, fue absuelto de los delitos de abuso de poder y de perturbación del orden público. La fiscalía había solicitado 34 años de prisión por todos los cargos.
La Corte Suprema resolvió “condenar a José Pedro Castillo Terrones como coautor del delito contra los poderes del Estado y el orden constitucional en la modalidad de conspiración para una rebelión (...) y como tal se le impone al sentenciado 11 años, 5 meses y 15 días de pena privativa de libertad de carácter efectivo”, según el fallo leído el jueves por la jueza Norma Carbajal.
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El expresidente de 56 años recibió con calma la sentencia, que puede ser apelada.
El veredicto llega un día después de que el expresidente de centroizquierda Martín Vizcarra (2018-2020) fuera sentenciado a 14 años de prisión. Vizcarra fue hallado culpable de aceptar sobornos mientras se desempeñaba como gobernador de la región Moquegua hace 11 años.
Castillo, un maestro de escuela rural y sindicalista que ganó contra todo pronóstico las elecciones en 2021, fue el primer presidente de Perú sin lazos con las élites.
Su gobierno, que generó esperanzas de reformas en un país con un tercio de la población en pobreza, zozobró arrastrado por acusaciones de corrupción en medio de su vano intento de disolver el Congreso para evitar ser destituido.
La exprimera ministra Betssy Chávez, asilada desde el 3 de noviembre en la embajada de México en Lima, también recibió una pena de 11 años y medio de prisión. Castillo y Chávez siempre han alegado inocencia.
El exjefe de Estado está preso desde hace tres años en una cárcel exclusiva para exmandatarios ubicada dentro de una base policial al este de Lima. Ahora deberá permanecer tras las rejas hasta el 21 de mayo de 2034.
Además de Castillo, en Perú están presos los exmandatarios Vizcarra, Ollanta Humala (2011-2016) y Alejandro Toledo (2001-2006), todos por cargos de corrupción.
“No he venido a pedir clemencia”: Castillo
La sentencia de Castillo fue leída en una sala anexa a la prisión, donde el exmandatario era juzgado desde el 4 de marzo.
Decenas de simpatizantes del expresidente llegaron con carteles a la puerta del centro penitenciario.
“Estamos sufriendo por nuestro presidente porque él no robo ni un sol, acá esta preso un inocente, pedimos justicia”, dijo a la AFP Julia Buendía, de 54 años.
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“No he venido a pedir clemencia, menos absolución de mi caso, solamente pido justicia”, dijo Castillo en sus alegatos finales ante el tribunal el viernes pasado.
Desde que empezó el juicio Castillo ha denunciado ser “un presidente secuestrado” víctima de un “golpe del Congreso”.
Según el fiscal Edward Casaverde, Castillo intentó un golpe de Estado al anunciar el 7 de diciembre de 2022, la disolución del parlamento, la intervención del sistema de justicia y convocar una Asamblea Constituyente.
Aquel día el Congreso iba a debatir una moción de vacancia (destitución) en su contra bajo cargos de presunta corrupción.
Sin el respaldo del mando militar, finalmente fue cesado con votos de bancadas de izquierda y derecha, y detenido por la policía cuando se dirigía con su familia a la embajada de México en Lima. Su esposa y sus dos hijos viven desde entonces asilados en ese país.
La caída de Castillo provocó el ascenso al poder de su vicepresidenta Dina Boluarte (2022-2025), y desató violentas protestas que dejaron más de 50 civiles muertos por la represión de las fuerzas del Estado.
Desde 2016, Perú ha tenido siete presidentes: tres destituidos por el Congreso contando a Boluarte, dos que renunciaron antes de correr la misma suerte, uno que completó su mandato interino y ahora José Jerí.