“Hace un año Colombia importaba el 4% del gas, ahora importa el 20%”: presidenta de Naturgas
Lo asegura Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgas, quien dice además que Colombia necesita un segundo barco para regasificar y que hoy se está pagando hasta tres veces más por el gas importado.
Con reservas que solo alcanzan para 5,9 años, ausencia de nuevos proyectos exploratorios, una tramitología cada vez más engorrosa y precios que amenazan con dispararse el gas natural toma cada vez más fuerza en el debate nacional.
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Luz Stella Murgas, presidenta de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), le contó EL COLOMBIANO que hoy el país abastece el 20% de la demanda con importaciones, mientras que al cierre del año pasado esa proporción era apenas del 4%.
También se refirió a qué podría pasar con los precios, el futuro del proyecto Sirius, la necesidad de reabrir el debate sobre el fracking y la polémica que cada tanto resuena por la supuesta importación de gas desde Venezuela.
Recientemente se conoció que el primero de diciembre subirán las tarifas del gas vehicular, por este problema que nos está tocando importar gas y que no hay suficiente en el país. ¿Cómo es el asunto?
“Respecto al gas natural vehicular (GNV), creo que eso le importa a taxistas, y al transporte público, porque el 30% del SITP en Bogotá funciona con gas natural, así como el 100% de los buses de Cartagena y de Valledupar, y en Medellín hay casi 400 buses que lo incorporan.
El gas natural vehicular, desde el desmonte del subsidio a la gasolina, generó buena competitividad, sobre todo para quienes su principal actividad económica es el transporte público”.
Mucha gente se cambió de la gasolina al gas...
“En todo el país hoy hay 87.000 taxistas que lo usan. Pero entonces, en cuanto al precio del GNV, para que sobre todo los paisas lo tengan en consideración, aquí hay garantía total del suministro. Es decir, van a encontrar siempre durante el año 2026 en las estaciones de servicio el GNV, porque ya EPM, que es un distribuidor, contrató el gas que se requiere”.
Entonces las personas pueden tener tranquilidad de que el primero de diciembre no subirá el gas natural vehicular.
“El primero de diciembre no va a subir el gas natural vehicular, pero además van a tener garantía de suministro, porque como hay en el país una discusión en torno a que si va a haber gas o, o que si tenemos que importar, o si tenemos la infraestructura para importar el gas que necesitamos para garantizar el suministro, les puedo dar la tranquilidad a todos los paisas, al área metropolitana, que van a tener la garantía de tener el suministro si nada extraordinario sucede”.
Fedesarrollo habló de que Medellín sería una de las ciudades donde más puede aumentar la factura de gas si suben las importaciones. ¿Cómo es eso?
“El análisis de Fedesarrollo es de extremos. Para que tengamos en consideración, en el peor de los casos, si no agregamos producción nacional, es decir, gas colombiano en los próximos años, y todo lo que nos hace falta lo importamos, entonces Fedesarrollo dice ‘vamos al extremo de hasta dónde incrementarían las tarifas del servicio público domiciliario’. Lo cierto es que, en lo que va corrido del año para toda la demanda de gas, tanto de generación de energía eléctrica como la de hogares, vehículos, comercios y las industrias, hemos importado el 20% del total”.
Ya es mucho...
“Comenzamos con un 4% en diciembre (de 2024)”.
¿Hace cuánto no importábamos nada?
“No importábamos desde hace 50 años gas para hogares, comercios, vehículos e industrias. Importábamos gas exclusivamente desde el 2016, para la generación de energía eléctrica”.
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Pero además importábamos una porción muy reducida.
“Sí, porque solamente era una importación que servía cuando las condiciones hidrológicas no eran normales. El respaldo era tener un gas natural importado almacenado en un barco en Cartagena, en estado líquido, y cuando había un fenómeno de El Niño se regasificaba”.
Pero volviendo a Medellín, ¿qué va a pasar con el tema del gas importado?
“Entonces, una tranquilidad para todos los colombianos, no solamente para los paisas: va a haber abastecimiento, o sea, vamos a cubrir el abastecimiento porque vamos a tener que sumar gas importado, como lo hemos hecho desde diciembre del 2024 para toda la demanda al gas nacional. Pero lo cierto es que, para el 2027, vamos a requerir una infraestructura adicional, porque la capacidad no va a ser suficiente”.
Claro, porque el barco donde se regasifica es muy grande, pero pues es simplemente un barco...
“Pero, además, si llega el fenómeno de El Niño, ese barco tiene el exclusivo uso para generación de energía eléctrica. Cuando las fuentes hídricas, por la baja en los embalses, no sean suficientes para generar la energía durante esa época, ese barco se acciona. El año pasado, cuando estábamos en el fenómeno de El Niño, el 30% de la energía que consumimos se generó con gas natural, y el 20% de ese 30% vino del gas de ese barco, importado.
Entonces, a más tardar en 2027 vamos a requerir un barco adicional”.
¿Pero entonces para el 2026 vamos a estar relativamente tranquilos?
“Para el 2026 vamos a consumir el gas importado del que tenemos disponibilidad, que también proviene de las plantas térmicas, que no lo están usando porque hay condiciones hidrológicas normales”.
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¿Ustedes han hecho en el gremio el ejercicio de ver qué habría pasado si no se hubiera suspendido la exploración o no se le hubieran puesto tantas talanqueras por parte del gobierno de Gustavo Petro? ¿Hoy estaríamos bien?
“No existiera déficit si hubiéramos producido, utilizando la técnica del fracking, el potencial de gas que está enterrado en el subsuelo, sobre todo en el sur del departamento del Cesar y en el departamento de Santander. Hace diez años, cuando veíamos las proyecciones, claro que se veía la declinación natural de los principales campos de producción que abastecían Colombia: uno en La Guajira, otro en los Llanos Orientales. Pero lo cierto es que, para esa época ya Colombia había adjudicado contratos, es decir, derechos para explorar y producir, usando la técnica del fracturamiento hidráulico, ya había adoptado la regulación ambiental, técnica y operativa con los más altos estándares y habían llegado compañías que tenían el músculo financiero y la experiencia técnica y operativa para desarrollar esos proyectos.
Luego apareció el desarrollo del offshore, costa afuera, sobre todo en el Mar Caribe, se perforó en el 2022 Uchuva, se descubrió gas. Y Sirius, que fue un pozo que se perforó el año pasado, lo que hizo fue comprobar la existencia de gas en el descubrimiento de Uchuva del 2022”.
Y por ahí en 2030 se empezará a tener gas de Sirius...
“Ese proyecto de Sirius, que está en el centro del Mar Caribe, lo opera Petrobras, una compañía brasilera de exploración y producción de petróleo y de gas. Brasil produce cinco millones de barriles equivalentes de petróleo y gas; y Colombia, 750.000 barriles”.
Una quinta parte de Brasil...
“Pero, el 95% de la producción de Brasil se hace costa afuera, en el mar. Y Petrobras es el principal operador. Es decir que es una compañía que tiene experiencia absoluta, que no va a invertir sabiendo que va a perder plata, sino que si toma una decisión de inversión en cuanto a producir Sirius, va a la fija”.
Lo que nos dice es que eso va en serio y que vamos a sacarlo. Lo que no sabemos es cuándo va a ser.
“Se requiere construir un gasoducto que vaya desde el Mar Caribe, donde está ubicado ese pozo de producción y ese nuevo campo hasta el municipio de Manaure, que es donde confluyen los sistemas de gasoductos del país. En Manaure hay una estación que se llama Ballena. Ahí llega el sistema de transporte de la costa, llega el sistema de transporte del interior e inclusive el famoso Antonio Ricaurte que va a Venezuela”.
Volviendo sobre el principio de la pregunta, es decir, si se hubiera seguido desarrollando el fracking, no se habría aumentado lo que le toca pagar a la gente en las facturas.
“Los incrementos a principio de año, porque empezamos a importar en diciembre, fueron alrededor del 36%, pero sobre todo en el interior del país, Bogotá, algo de Boyacá, algo de Santander”.
Pero en 2026 puede subir más.
“Lo que ha incrementado la tarifa, y el ajuste que fue a principios de año, se produjo como resultado de la porción del gas importado que tuvimos que traer. Históricamente en Colombia, si uno mira antes del 2024, unos cinco años atrás, el precio promedio de la molécula de gas era 6 dólares para el que lo compra para llevárselo a la gente. Y en diciembre de 2024 adquirimos gas importado alrededor de 18 dólares”.
Tres veces más...
“Y eso que en diciembre solo importamos el 4% para abastecer demanda no térmica, es decir, hogares, comercios, vehículos e industrias”.
Es decir, impactó muy poco
“A unas zonas específicas. Pero, depender en cualquier proporción de otro país no puede ser la política de Colombia. El problema del país no es de recursos, porque sí tiene recursos de gas. El problema de Colombia es que no se ejecutan a tiempo los proyectos estratégicos”.
El Gobierno ha hablado de traer gas desde Venezuela, y creíamos que eso ya era un tema del pasado, pero la semana pasada Nicolás Maduro salió a decir que sí se va a mandar gas a Colombia. ¿Qué tiene eso de cierto?
“Vamos a cumplir cuatro años con la misma discusión. Hoy, no hay viabilidad jurídica. Mientras esté sancionado PDVSA por parte de la Oficina de Control de Activos de los Estados Unidos, ni Ecopetrol, ni cualquier otra compañía seria va a contratar gas de PDVSA, por la simple razón de que existen unas sanciones económicas que restringen que se hagan acuerdos comerciales. Entonces, es una idea que nace muerta desde su inicio.
Ante la necesidad de garantizar el abastecimiento en los próximos años y lograr precios competitivos para toda la demanda, la de hogares también y por supuesto GNV que hemos hablado, las 29 compañías afiliadas a Naturgas decidimos priorizar proyectos con criterios de cuánto volumen poseen, si tienen infraestructura o qué tan temprano pueden entrar en operación, tanto para agregar nuevas moléculas de gas como para tener la infraestructura de importación. Hemos identificado diez proyectos estratégicos”.
Es decir, ante las trabas del Gobierno ustedes se juntaron para sacar adelante la situación.
“Por ejemplo, en Córdoba hay un campo que hoy está produciendo, y que puede incrementar hasta en 25 millones de pies cúbicos su producción si se conecta la infraestructura de transporte y cambia la planta de tratamiento que tiene en superficie de gas”.
¿Cuánto se podría recoger con todos los proyectos?
“El potencial que tenemos de fracking es diez veces las reservas probadas de hoy, es decir, aquellas que están listas para producirse. Si seguimos produciendo al mismo ritmo y no agregamos nuevas reservas, la última molécula alcanzaría para 5,9 años”.
Es decir, la gente tiene que decidir si quiere fracking o si quiere pagar un gas más caro.
“Y ojo, acuérdense que depender en cualquier proporción de otros países cuando tenemos nuestros propios recursos por desarrollar, no es solamente estar sujeto a los precios, es también estar sujeto al suministro. ¿Qué pasa si hay un huracán en el Mar Caribe?
Y no nos vayamos lejos. Chile no tiene recursos naturales y ha dependido del gas de Argentina. En el año 2007, en Argentina hubo una crisis energética y cortaron el suministro y las exportaciones a Chile y este se quedó sin gas. Es que no tenemos que irnos tan lejos porque la dependencia nos somete a que nos puedan cortar el suministro”.
Volviendo a Sirius, entiendo que hay 120 consultas previas detrás, eso se puede ir hasta 2040...
“Estamos ante un déficit de gas nacional en firme que nos está obligando a importar y eso ha tenido impacto en el incremento de las tarifas. Pero tenemos gas enterrado en el Mar Caribe. ¿Cómo no vamos a tener una metodología para desarrollar, articular y coordinar a todos los actores, a las comunidades, al gobierno local, al gobierno nacional, a la industria, para darle prioridad a ese proyecto que nos permitiría abastecer el 45% de la demanda total del país? Eso tiene que ser un proyecto de interés nacional”.
¿Y es verdad que ese gas de Sirius es más barato?
“Esas inversiones en el Mar Caribe son más costosas que una inversión en áreas continentales. Pero lo que pasa es que el gas nacional puede tener un mejor precio que el gas importado. Entonces hay que apostarle a producir gas colombiano.
El gas colombiano es más barato que el gas importado porque para traer gas hasta Colombia, este sale del país de origen en estado gaseoso, luego hay que volverlo líquido, después almacenarlo en un barco para traerlo hasta Colombia y cuando llega al puerto nuevamente tienes que incurrir en un costo adicional que es volverlo otra vez a estado gaseoso para que pueda inyectarse en el sistema de transporte. Entonces, la verdadera seguridad energética de Colombia está en desarrollar el potencial de gas que tenemos en nuestro territorio”.
Ahora, si Canacol, que ha expresado que tiene muchos problemas, crisis de todo tipo, sale del mercado, ¿eso impacta en algo la situación del gas en Colombia?
“Hoy en día la producción de Canacol equivale al 15% de la demanda total del país. Cuando, por ejemplo, el precio del barril del petróleo baja notablemente, como fue en el 2015, las compañías de petróleo y gas priorizan las inversiones en producción para mantener flujo de caja”.
¿Y eso que tiene que ver con Canacol?
“Entonces, produce el 15% de la demanda total nacional, independientemente de la situación jurídica o de la solución que termine del proceso de reestructuración al que se someten, lo que uno pensaría es que sus accionistas van a priorizar la producción y lo que resulte de ello”.
Usted cuenta con que las cosas sigan...
“Que la producción por lo menos se mantenga”.