Dos alcaldes del sur del Valle de Aburrá alegan que, más que beneficios, el piloto de cobro por congestión con el que actualmente puede evadirse el pico y placa de dos dígitos los está perjudicando. Por eso, Braulio Espinosa, de Envigado, y José Fernando Escobar, de Itagüí, piden replantear la medida por las obras que tienen lugar en corredores estratégicos de su territorio y por la no disminución del tráfico.
El ultimátum más reciente lo hizo Espinosa al afirmar que, de no darse una conversación para ajustar el piloto, prohibiría su aplicación en dos vías claves para el sur metropolitano. Esta salida del mandatario resultó en una réplica del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, promotor del piloto de cobro por congestión, quien pese a expresar que intentará que todos los alcaldes sostengan la medida, dejó claro que la capital la mantendrá.
EL COLOMBIANO conversó con ambos alcaldes para conocer por qué se rebelan ante el piloto. Espinosa, por un lado, esgrime que sus vías están colapsadas y que hay obras inaplazables que no le permiten mantener la exención. Escobar, ratificando su postura, argumenta que permitir la circulación mediante pago desvirtúa el propósito del pico y placa, además de no paliar la crisis ambiental. A fondo, estas son sus razones.
Más cierres en Envigado
Espinosa explica que Envigado tiene una dificultad distinta a los demás municipios metropolitanos. Se trata del caos que vive actualmente la carrera 43A, mejor conocida como avenida El Poblado. En esa zona se construye Metroplús, obra que se reactivó en meses pasados por orden de un fallo. Para ejecutar estos trabajos habrá que cerrar por completo dos carriles en sentido Envigado - Medellín durante ocho meses. La medida, que se detallará en las próximas semanas, regirá desde el 1 de marzo y comprenderá el tramo entre Burguer King y el puente de la Ayurá.
Debido a este cierre, el mandatario expone que todo el tráfico irá a parar a Las Vegas, también en su jurisdicción. Así las cosas, serían dos los corredores desbordados. “Si en El Poblado transitan 10, 20 o 30 vehículos que deberían estar guardados, solo con eso nos colapsa la avenida. Y si se van para Las Vegas, que es el plan b de muchos, también la colapsan”.
Reparos jurídicos en Itagüí
Razones similares esgrime Escobar, de Itagüí, quien fue el primero en poner sobre la mesa sus reparos. Desde un frente jurídico, dice el mandatario que no puede hablarse de un pago por congestión para librarse de la medida en su localidad cuando se cancela a través de la Alcaldía de Medellín.
“Hay una entidad, el Área Metropolitana, que nos agrupa, y tiene que haber un fondo de estabilización del transporte que no está creado”. Y desde uno técnico, alega que si el grado de la problemática de movilidad en la región llevó a que el pico y placa pasara a dos dígitos, hablar de un pago para evitarlo es desvirtuar el endurecimiento de la restricción.
Para reforzar esta razón, el alcalde detalla que la autopista Sur es el corredor que más padece en su jurisdicción. Por esta transitan unos 100.000 vehículos al día, además de los habitantes de San Antonio de Prado y La Estrella que tienen como destino el norte del Aburrá.
“Esto es una prueba piloto que no lleva tres meses y ya se demostró que no funciona. Lo dijo Envigado, y ya lo había hecho Itagüí: estamos haciendo obras importantes, no solo de infraestructura, sino que el número de vehículos particulares es grande y nos está afectando”.
¿Indecisión?
Cuando se dio a conocer la llegada del cobro por congestión, el alcalde de Envigado salió en la fotografía oficial con los demás mandatarios. ¿Por qué vinieron los reparos pasadas tres semanas si las obras que menciona Espinosa, y los efectos sobre sus vías, eran previsibles?
Este sostiene que el recaudo que se obtendría con el cobro, el cual irá a parar a la caja del Metro, fue una de las razones para respaldar el piloto. Además, asevera que él había manifestado, en privado, que en algún momento tomaría la decisión de hacer los cierres en cuestión. “No lo hago por oponerme al alcalde de Medellín, ni por generarles dificultades a los demás municipios del sur”.
Escobar, en cambio, ratifica su posición. Sobre los fondos que podrían ir al sistema de transporte público —que en su caso debe ser la solución a priorizar—, expresa que son los pasajeros, y no vía particulares que evitan el pico y placa, como puede robustecerse.
Y en cuanto a la operación de la exención por pago, aclara que esta ha funcionado bien en los corredores que habilitó en principio. Sin embargo, y como se esperaba, el alza del tráfico ha sido notoria en las vías de esa localidad en las que sí se está aplicando el piloto.
Aunque Escobar se mostró más tajante desde que se anunció el piloto y luego vino la adhesión de Espinosa, ambos alcaldes sostienen que se mantendrán de la misma orilla: así otros municipios digan que sí, y Medellín trate de imponerlo, no le jugarán de lleno al piloto de cobro por congestión.