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En el mundo de las mascotas hay alarma, pues a Medellín llegó el moquillo y el brote es tan fuerte, que en La Perla, el centro de bienestar animal de la ciudad, ya han sido tratados 14 perros por haber contraído la enfermedad. Entre las rescatistas hay temor, pues en las calles es donde más fácil se da el contagio y llevar a los albergues u hogares de paso un canino contaminado es exponer a todos los demás a la infección.
En las veterinarias, a quienes llegan con caninos, la advertencia es que “ponga mucho cuidado, que hay una plaga de moquillo y es peligrosa”, cuenta Elena Mesa que le dijo el veterinario del barrio cuando llevó a su canino a consultar por un problema de piel. “Me dio miedo cuando me explicó los síntomas, pero mi perro no los tenía”, señaló Elena.
Hasta la semana pasada las noticias de animales contagiados con moquillo llegaban de Bogotá y San Andrés, donde había brotes muy activos. Pero hoy la enfermedad está en Medellín y si no se extreman los cuidados, los contagios pueden dispararse. Mucho cuidado con los paseos.
Cifras que no mienten
La primera alerta la dio la Secretaría del Medio Ambiente, que confirmó la existencia de 14 casos en La Perla, el albergue que acoge a los caninos y gatos rescatados de las calles. Y de estas llegaron los contagiados.
La información dice que en los rescates hechos en el último mes estaban los perros con Distemper canino o moquillo. Esta enfermedad es letal, pues afecta sistemas del animal como el respiratorio, el digestivo, el cutáneo y el nervioso. Puede generar pérdida de funcionalidad pulmonar, convulsiones, depresión, dolores musculares y pérdida del equilibrio y la coordinación. El sufrimiento es intenso.
“Hoy en La Perla no tenemos casos y los rescatados positivos son atendidos en la Clínica CES, en donde reciben la atención para su recuperación”, contó la secretaria Vanesa Álvarez. Pero los animales solo volverán a La Perla cuando estén recuperados, pues deben estar aislados para evitar contagiar a otros.
Silvia Ospina, rescatista, dice que hay confusión sobre la dimensión del problema, porque una fuente le aseguró son el 1 % del total de perros. Pero no es poco, de 100.000 serían 1.000. Y el contagio se expande fácil.
“La mayoría de albergues no tiene espacio para aislar caninos ni dinero para las pruebas, que valen $70.000”, señala Silvia. Añade que además, para tratar animales con moquillo, se requiere el uso de implementos de aseo especiales, elementos desinfectantes y tener cómo confinarlos.
Claudia Castrillón, del grupo Escuadrón Solidario, dice que todo animal rescatado que llega a un albergue debe entrar en cuarentena, “pero con el brote de moquillo es más delicado, por el alto riesgo de contagios y por los elementos de aseo y seguridad que se necesitan, que son muy costosos, además del tratamiento”, algo que no está al alcance de la mayoría de albergues de la ciudad n
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.