Con la bendición de la junta directiva para iniciar los trámites de enajenación de las acciones que EPM tiene en UNE e Inversiones Telco Medellín el pasado 25 de mayo, el alcalde Daniel Quintero destapó las cartas en su propósito, anunciado desde campaña, de retomar el control de la empresa o ceder por completo la participación.
El resultado de la venta de las acciones en estas compañías, en las que EPM no es controlante, permitiría reorientar los recursos en iniciativas gestionadas por el Grupo que hagan parte de sus negocios estratégicos, afirmó la empresa en un reporte publicado por la Superintendencia Financiera. Según EPM, UNE no dio utilidades sino hasta 2019, sin embargo, tuvo un Ebitda positivo en los últimos años, indicador que ha venido mejorando al pasar de $1,3 billones en 2016 a $1,6 billones en 2020.
Esta es una retrospectiva de un negocio que ha generado polémicas para al menos dos gobiernos municipales, las voces a favor y en contra, y el proceso que sigue tras el aval de la junta directiva.
La cronología
UNE vio la luz el 1 de julio de 2006. Ese día comenzó su operación de manera oficial, afuera de su casa matriz, EPM.
Guillermo Maya, magíster en Economía de la New School for Social Research de New York y profesor de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, ha estado al tanto de la historia de UNE desde su creación. Lo primero que hay que recordar, dijo, es que la idea de crear una empresa que prestara el servicio de telecomunicaciones fue de la alcaldía de Sergio Fajardo.
Con esa intención se presentó el acuerdo 45 de 2005, que fue aprobado por el Concejo. En este, en síntesis, el alcalde Fajardo recibió la autorización para transferir un bloque del patrimonio de EPM para destinarlo a una empresa por acciones. La naturaleza jurídica de la nueva organización debía ser una empresa de servicios públicos descentralizada del Municipio.
UNE nació, entonces, de la integración del área estratégica de Telecomunicaciones de EPM y la compañía Orbitel S.A.
Según Maya, la creación de esa nueva empresa fue una “buena decisión”. Sin embargo, con el paso de los años, el ambiente se enrareció. UNE fue criticada por su competitividad frente a otras compañías. Para el académico, no obstante, la empresa daba los resultados esperados: “Se comenzó a decir que el negocio de las telecomunicaciones no era fiable ni seguro, que no se tenía el conocimiento ni la idoneidad para desarrollarlo. Se dijo que EPM necesitaba un socio que marcara la ruta del negocio”.
La historia de UNE cambió en 2013. Ese año, el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, propuso buscar un socio para la empresa. Bernardo Alejandro Guerra, entonces concejal, explicó que la competencia se había hecho más agresiva y era necesario encontrar un aliado. “En ese momento se hizo una evaluación de dos meses. Con universidades y medios de comunicación se analizó la situación. Al final ganaron los argumentos de que UNE no transfería recursos a la casa matriz y, por ende, tampoco beneficiaba a la ciudad. Solo representaba inversiones y gastos, pues la nómina era muy onerosa”, advirtió el exconcejal.
El Concejo de Medellín aprobó, el 9 de mayo de 2013, el proyecto de acuerdo 17. Este dispuso, entre otras cosas, que la empresa pasara a ser de economía mixta, pero que el Municipio sería el principal accionista. Fueron 11 los concejales que votaron a favor y 9 en contra en un debate que culminó en la madrugada.
“Hay que recordar que buscar el socio fue responsabilidad del alcalde. Nosotros, como Concejo, aprobamos el acuerdo”, recalcó Guerra.
El socio elegido fue Millicom, una empresa de telecomunicaciones sueca que opera en África y América. Así, UNE y Millicom se fusionaron en una nueva compañía. Por el 49 % de las acciones, el Municipio recibió $1,4 billones en efectivo entre transferencias y dividendos. Con esa plata se creó un fondo para apalancar obras públicas de la ciudad. Parques del Río, el cable Picacho y el Mova, entre otros, se financiaron con este fondo.
Con la venta, EPM quedó con la mitad más uno de las acciones, que fue exigencia del acuerdo aprobado por el Concejo. Sin embargo, Millicom pagó una prima de control con la que aseguró el manejo administrativo, financiero y operativo de la compañía fusionada. Para el profesor Maya, ese fue un error en esa negociación. “Vender las acciones no fue una buena idea. Tampoco fue conveniente entregarle el control a otra empresa. Al final, el que toma las decisiones es Millicom y no EPM”, advirtió.
¿Es conveniente?
Desde su propuesta como candidato, Quintero anunció la intención de vender la participación accionaria o comprar la de Millicom. En la página 51 de su plan de gobierno dice: “Vamos a acabar con la posición del ‘socio bobo’ dentro de UNE”. En entrevista con EL COLOMBIANO, explicó el pasado 1 de diciembre que pese a que en el cuatrienio su gobierno tenía los recursos asegurados para ejecutar el plan de desarrollo, eventualmente estaba contemplada la venta de alguno de los activos: UNE o Aguas de Antofagasta.
Por cuál se decantaría, le preguntamos. Respondió que la venta de la participación en UNE era prácticamente un hecho. “Tenemos que afinar nuestra posición: o tenemos control de la empresa o cedemos la participación. Hoy es un activo que a EPM le genera baja utilidad en un mercado bastante competido donde si no tenemos control no podemos hacer las inversiones cómo se deberían”, justificó en primera instancia.
Añadió: “Hay que crear esquemas que permitan incrementar la competitividad. Eventualmente está sobre la mesa una negociación con UNE para que haga inversiones y evaluemos otras alternativas. En principio, la salida es la primera alternativa”.
Olga Lucía Arango, directora del Sindicato de Profesionales de EPM y UNE, dijo que la posible venta de las acciones ha generado “incertidumbre en los trabajadores”. No obstante, expresó que están a la expectativa de las razones que dé el alcalde para la enajenación accionaria. “Estamos a la espera de que se radique el proyecto para saber si es favorable o no a la empresa. Queremos conocer en qué se invertirán los recursos. ¿Se utilizará en inversión social? Para eso EPM ya hace transferencias al Municipio”, dijo la líder sindical.
El 1 de junio, Quintero anunció que los recursos adquiridos en la posible venta de UNE serían destinados a un fondo para la reactivación económica, que pretende invertir $6 billones, pero aún no se conocen mayores detalles. “Por los medios de comunicación nos enteramos de esa intención. También nos preguntamos qué pasará con los empleados, pues ellos pactaron unas condiciones con EPM cuando se hizo la fusión con Millicom”, expresó Arango.
El profesor Maya, por su parte, señaló que vender las acciones no es una mala idea, sino que refleja la necesidad de liquidez del Municipio: “Es una oportunidad de conseguir recursos con un negocio que, desde que se vendieron la mitad de las acciones, no ha sido de gran utilidad”. Guerra estuvo de acuerdo en que la venta es una buena opción, toda vez que el negocio de las telecomunicaciones, desde su punto de vista, es inestable.
“Considero que está bien que se vendan las acciones, pero no estoy de acuerdo en las formas del alcalde. Creo que él no ha generado confianza para hacer un negocio como ese”, agregó Guerra.
Amilkar Acosta, quien fue ministro de Minas y Energía, consideró que la pretensión del alcalde es buena: “Millicom es quien toma las decisiones desde 2014. Por eso me parece que vender sería una buena opción. Sin embargo, no será fácil que otro inversionista distinto a Millicom compre esas acciones mientras esta mantenga el control”.
El exministro añadió que no es un buen momento para vender acciones, toda vez que el país perdió la calificación inversionista de su deuda soberana. “Ello afecta la percepción del riesgo país”, concluyó.
Consultamos a Tigo al respecto, sin embargo, expresó que este proceso lo adelanta uno de sus accionistas, por lo que no les corresponde pronunciarse al respecto.
Lo que viene ahora
Para iniciar el proceso de enajenación se debe contar con la autorización del Concejo de Medellín, para lo cual la Alcaldía de Medellín es la facultada para presentar un proyecto de acuerdo para su discusión y aprobación, que aún no ha sido radicado (ver recuadro).
De obtener la aprobación del Concejo, la venta de los activos se realizará según el proceso definido en la Ley 226 de 1995, que determina el procedimiento para la enajenación de participaciones del Estado en sociedades públicas.
Dicho proceso establece que en una primera etapa se ofrecerá a los destinatarios de condiciones especiales y, posteriormente, en una segunda etapa, al público en general.
El precio de venta base será el establecido en el programa y reglamento de enajenación correspondiente, en el cual se definirá el precio por acción al que se ofrecerán las acciones que posee EPM en UNE en la primera etapa de la Ley 226, y será la base mínima sobre la cual se ejecute el proceso de venta en la segunda etapa de enajenación, según un documento explicativo de EPM conocido por EL COLOMBIANO.
Este informe añade que Millicom tiene derecho de participar en el proceso de enajenación que realice EPM bajo Ley 226 de 1995 o de ejercer el derecho de preferencia pactado en los estatutos.
EPM justificó que el negocio de telecomunicaciones tiene un perfil de riesgo muy distinto al de servicios públicos como energía, gas y agua y explicó que continuar siendo socio en UNE podría “representar compromisos futuros de inversión muy importantes” y pondría a competir por recursos de capital a sus negocios estratégicos.
“La industria de telecomunicaciones es cada vez más competida, están llegando nuevos jugadores, vienen necesidades de grandes inversiones (5G) y el objetivo de EPM es no aumentar su exposición al riesgo en este negocio. Estamos en un momento adecuado para que, al vender nuestra participación accionaria, podamos generar el mayor valor posible para EPM”, precisó.
Los recursos de una eventual venta, añadió la empresa, podrían ser utilizados para fortalecer su posición financiera de cara al plan de inversión en Colombia y en las regiones donde tiene presencia.
Según los estados financieros auditados a diciembre 31 de 2020, UNE consolidado posee $9,3 billones en activos, e Inversiones Telco, según estados financieros con corte a la misma fecha, posee activos por valor de $351.000 millones. Actualmente EPM clasifica a UNE en sus estados financieros separados como una “inversión en Asociada”, por lo tanto, que EPM ya no tenga la inversión en UNE “no afectará resultados, ni transferencias al Municipio”, sostuvo.
Este debate, que promete, apenas comienza