Con cerca de dos kilos más de peso, en cuarentena (aislado de los humanos y del resto de animales) y en tratamiento para una anemia que le fue descubierta en los exámenes veterinarios que se le practicaron tras su ingreso, se encuentra el oso andino o de anteojos que fue llevado en diciembre al zoológico Santa Fe, de Medellín.
Según Jonhatan Álvarez, veterinario del zoológico, a su ingreso el oso pesaba 4 kilos y hoy alcanza los 5,9 kg.
El ejemplar, que tenía cerca de tres meses de nacido cuando fue rescatado por Corantioquia y el Área Metropolitana, en cautiverio solo recibía leche con aguapanela, una alimentación inadecuada para su condición y, por ello, desarrolló la anemia, lo cual obligó al zoológico a someterlo a un tratamiento con hierro, aminoácidos y vitaminas para que recupere su salud.
“Al oso también se le practicaron exámenes para descartar que haya podido ser contagiado de algunas enfermedades de animales domésticos, el resultado fue negativo”, explicó Álvarez, quien es de las pocas personas que en el lugar tiene contacto con el ejemplar, pues el régimen que se le sigue es tan estricto, que solo se le pueden acercar su cuidador, el veterinario y una persona encargada de suministrarle la alimentación.
El animal tiene área suficiente para moverse con cierta libertad por el lugar, y la cuarentena podría durar unos 40 días, según el experto.