viernes
3 y 2
3 y 2
Cada vez más bachilleres eligen una técnica o tecnología luego de graduarse. Y, aunque persistan los prejuicios, no se trata de una formación de menor calidad.
“Se está derrumbando el mito de que la vocación técnica y tecnológica es de segunda mano”, dice Juan Pablo Arboleda, rector de la Institución Universitaria Pascual Bravo, en la que el 70% de los programas ofertados son de este tipo. Por el contrario, agrega el rector, son niveles de pregrado indispensables para el desarrollo industrial de las ciudades y para las cadenas de producción de las empresas.
Según un informe de la Red de Ciudades Cómo Vamos, entre 2001 y 2016 se graduaron 133.478 personas en programas técnicos y tecnológicos en el área metropolitana. Y, entre 2015 y 2017, en el Valle de Aburrá el porcentaje de personas entre 25 y 64 años con estos títulos aumentó en 2,1 puntos porcentuales (pasando del 17,4% al 19,5%). Esta cifra está por encima del promedio nacional, puesto que en el resto del país el crecimiento fue de 0,9 puntos.
Según la Agencia de Educación Superior de Medellín —Sapiencia—, el Sistema Nacional de Información del Ministerio de Educación (SNIES) reporta 2.053 matriculados en técnicas y 64.736 en tecnologías en Medellín (ver gráfico).
Sapiencia destaca, además, que los matriculados en carreras técnicas y tecnológicas en Medellín han mostrado un aumento del 10% y 7%, respectivamente, entre 2001 y 2017.
Para esta agencia, uno de los retos en esta materia es la pertinencia, es decir, disminuir la brecha entre lo que necesitan los empresarios, lo que buscan los estudiantes y lo que se está formando en las universidades.
María Clara Ramírez, directora de Sapiencia, agrega que es evidente que ha aumentado el interés de los estudiantes por estos niveles, además de que hay una demanda más alta de capital humano con esta formación por parte de las empresas.
“Los jóvenes tienen ahora una perspectiva distinta, para algunos una carrera de cinco años es mucho tiempo para su necesidad, optan por programas más cortos y por formarse en competencias y habilidades específicas”, explica.
El estudio de Ciudades Cómo Vamos también muestra indicadores en materia de empleo: En el 2017 se registraron 109.867 vacantes en el Servicio Público de Empleo en Medellín, de las cuales el 35% (38.718) corresponden a técnicas y tecnologías.
Hoy están registrados (y activos) en el país 296 programas en estos niveles, 45 (15%) son técnicos y 251 (85%) tecnológicos. En las técnicas, la lista la encabezan las ofertas de Economía, Administración y Contaduría (41,9%). Mientras tanto, la mayoría de tecnologías (37,4%) son del área de Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines.
María Victoria Mejía, rectora del Instituto Tecnológico Metropolitano, indica que el país está reforzando estos niveles e invirtiendo una pirámide hoy soportada en programas universitarios, “cuando las soluciones inmediatas parten desde las técnicas y tecnologías”.
La rectora añade que estos programas sí van de la mano de las necesidades actuales del sector productivo y que, en ese sentido, desde el inicio de los pregrados académicos los estudiantes del ITM ingresan como pasantes a las empresas.
En su más reciente convocatoria, el Servicio Nacional de Aprendizaje —Sena— dispuso de 88.000 cupos en 331 programas de formación, en los niveles auxiliar, operario, técnico y tecnólogo.
Antioquia fue la segunda regional con mayor número de cupos ofertados en esta convocatoria (con 10.000), solo superada por Bogotá (17.000).
Arboleda enfatiza en que las técnicas y tecnologías son una alternativa para muchas personas que no tienen la posibilidad de acceder a la educación superior. Esto no significa que tengan que disminuir el número de profesionales, sino que deben trabajar de la mano, como una serie de engranajes en los que cada uno aporta desde sus conocimientos específicos .
Periodista del Área Metro. Me interesa la memoria histórica, los temas culturales y los relatos que sean un punto de encuentro con la ciudad en la que vivo, las personas que la habitan y las historias que reservan.