Han transcurrido 10 días desde que la Alcaldía de Medellín anunció el inicio de operación de Buen Comienzo. El 15 de febrero, según datos oficiales, abrieron 14 sedes de 220 que tiene la ciudad en modalidad Institucional. Vivian Puerta, la directora del programa, confirmó que 7.940 niños asisten ya en alternancia al programa en 129 sedes, con corte al 24 de febrero, mientras que 5.904 reciben atención en virtualidad, “ellos van a seguir en casa porque así lo han decidido sus padres”. La modalidad Institucional debe atender a 26.050 niños de Medellín.
Las sedes habilitadas del programa, con protocolos de bioseguridad aprobados, son 177, con 19.881 niños ya matriculados. “Eso en la modalidad Institucional. Jardines se encuentra en alistamiento, en procesos de matrícula”, señaló Puerta. Uno de ellos es el Jardín Montecarlo, en el barrio Las Granjas, de Manrique, comuna 3. En una visita realizada este miércoles se constató que se están adelantando inscripciones. Una larga fila de madres y niños esperaban pacientes a entregar los papeles que los certifique en el programa un año más.
“Ha sido difícil porque yo trabajo. Él se aburre mucho en la casa”, relató la madre de Santiago, una familia de venezolanos que está en la ciudad hace cuatro años. Según cuenta, no han recibido paquetes alimentarios desde la primera semana de diciembre de 2020, un complemento que al parecer les sería entregado el viernes 26 de febrero.
Medellín Cómo Vamos señala en el informe “Cómo va la primera infancia en Medellín 2016-2019” que en 2018, tras un proceso de investigación llevado a cabo por la Secretaría de Educación de entonces, que buscaba evaluar los impactos de Buen Comienzo, se determinó que “los niños y niñas que presentaron mayor exposición en días a la atención integral, obtuvieron mayor desempeño en áreas comunicativas y cognitivas”.
El Jardín Aures, de Robledo, por otra parte, permanece solitario. Vecinos del sector señalaron que durante las últimas semanas no se ha notado movimiento alguno y nadie da razón del inicio de operación de la sede. Día a día los padres de familia se acercan al jardín donde el personal de seguridad los anota en listas de espera. Desde el programa señalaron que los niños que son atendidos en esta sede ya fueron priorizados con el paquete alimentario. Ambos jardines, tanto el de Manrique como el de Robledo, tienen capacidad para recibir a casi 700 niños.
Mientras se avanza en el ingreso al modelo de alternancia de los niños, la solución de la situación de los agentes educativos que quedaron sin empleo tras la modificación de la relación técnica y en determinadas sedes, también presenta obstáculos.
Un ejemplo es el panorama que enfrentan las auxiliares de aseo, nutrición, licenciadas y madres comunitarias del Jardín Versalles, de Manrique. El 22 de febrero se reunieron a las afueras de la sede para reclamar garantías tras un cambio de operador que amenaza con dejarlas fuera. Andrea Baena era la psicóloga de esa sede. “El alcalde y la directora de Buen Comienzo señalaron que los agentes educativos no nos quedaríamos sin empleo. El alcalde recomendó a los nuevos operadores que contrataran el talento humano que venía en el proceso”, relata. Pese a eso, los días han transcurrido y no se ha concretado nada.
“La disminución de la contratación de mujeres es gravísima”, señala la concejala Dora Saldarriaga. “La pandemia aumentó el desempleo de las mujeres, y principalmente son ellas las que ejercen la actividad de cuidado remunerado en Buen Comienzo. Es un retroceso en el cierre de brechas de género”